Abrazos que roban: El auge del «hurto cariñoso»

hurto cariñoso

Un abrazo puede ser un gesto de afecto, pero también una herramienta para el robo. Conoce el «hurto cariñoso», una técnica que pone en riesgo a los más vulnerables.

Un abrazo con segundas intenciones

El «hurto cariñoso» o «abrazo cariñoso» es una técnica de robo que consiste en ganarse la confianza de la víctima, generalmente personas mayores, mediante un abrazo o un gesto de afecto. En ese momento de cercanía, el ladrón aprovecha para sustraer objetos de valor como joyas, carteras o dinero en efectivo.

Esta modalidad delictiva se caracteriza por la astucia y el aprovechamiento de la vulnerabilidad de las personas mayores. Los delincuentes suelen actuar en solitario o en parejas, y su modus operandi puede variar. En algunos casos, se hacen pasar por familiares o amigos lejanos, mientras que en otros, simplemente entablan una conversación amable para despistar a la víctima.

¿Cómo protegerse del hurto cariñoso?

Si bien la prevención total nunca es posible, hay medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de ser víctima del «hurto cariñoso»:

  • Estar alerta: Desconfíe de personas desconocidas que se acercan con demasiada familiaridad o que buscan iniciar una conversación sin motivo aparente.
  • Evitar llevar objetos de valor a la vista: Guarde las joyas, el dinero y otros objetos de valor en lugares seguros y discretos.
  • No dar información personal a desconocidos: Evite compartir datos como su dirección, número de teléfono o información bancaria con personas que no conoce.
  • Denunciar cualquier situación sospechosa: Si observa a alguien actuando de manera sospechosa o si ha sido víctima de un hurto, no dude en denunciarlo a las autoridades.

Una llamada a la conciencia

El «hurto cariñoso» no solo es un delito, sino también un acto de crueldad que explota la confianza y la vulnerabilidad de las personas mayores. Es importante que como sociedad estemos atentos y protejamos a nuestros seres queridos de este tipo de estafas.

Es importante recordar que la mayoría de las personas mayores son honestas y bondadosas. Sin embargo, es fundamental estar alerta ante la posibilidad de que existan individuos que se aprovechen de su vulnerabilidad.

Juntos podemos prevenir el «hurto cariñoso» y promover una sociedad más segura y justa para todos.

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