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Descubre la receta del solomillo al Jerez, un plato tradicional de nuestra tierra con sabor a vino. Ingredientes sencillos y elaboración paso a paso para disfrutar de un bocado de auténtica gastronomía jerezana.
Jerez de la Frontera, tierra de vinos generosos, caballos andaluces y flamenco que embruja. Pero, si hay algo que nos define tan bien como estos símbolos, es nuestra gastronomía. Hoy, desde nuestro Recetario, queremos compartir contigo un plato que huele a tabanco y sabe a historia: el solomillo al Jerez. Una receta sencilla, con ingredientes de los de siempre, pero con un resultado que te transportará directamente a las calles empedradas de nuestra ciudad, con el aroma inconfundible del vino fino en el aire. Prepárate para disfrutar de un bocado que es puro Jerez, un clásico que nunca falla y que, con nuestro toque, se convertirá en tu plato estrella.
Solomillo: Ingredientes que saben a Jerez
Para que un solomillo al Jerez sea de matrícula de honor, la clave está en la calidad de los ingredientes. No te conformes con menos, porque cada uno de ellos aporta su granito de arena al sabor final de este manjar. Para dos personas, necesitarás:
- Dos solomillos de cerdo enteros: Busca unos solomillos de buen tamaño, frescos y con un aspecto jugoso. El cerdo ibérico, si te lo permite el bolsillo, siempre es un plus, pero con un buen cerdo blanco el resultado será igualmente delicioso. Recuerda, un solomillo por persona, ¡que nadie se quede con hambre!
- Una cebolla grande, de las de verdad: No vale cualquier cebolla. Necesitamos una cebolla blanca, dulce y jugosa, que se caramelice lentamente en la cazuela, aportando ese dulzor característico a la salsa. Si es de la huerta, mejor que mejor.
- Aceite de oliva virgen extra, el oro líquido: La base de todo buen sofrito. Utiliza un aceite de oliva virgen extra de calidad, que aporte sabor y aroma desde el primer momento. Nuestro aceite de oliva andaluz, ¡por supuesto!
- Sal y pimienta negra recién molida: Los básicos, pero imprescindibles. Sal gruesa para darle un toque más rústico y pimienta negra recién molida para despertar los sabores. No te cortes, pero tampoco te pases.
- Un vaso generoso de fino Jerez, la estrella de la función: Aquí está el secreto, el alma de este plato. Un buen fino de Jerez, seco y con carácter, es lo que marcará la diferencia. Elige tu fino favorito, ese que te gusta disfrutar en una copa bien fría, porque ese mismo sabor será el que impregne el solomillo y lo convierta en algo único. No uses cualquier vino, ¡tiene que ser Jerez!
El arte de cocinar con Jerez: Paciencia y sabor
La elaboración del solomillo al Jerez no tiene misterio, pero sí requiere un poco de mimo y paciencia. No te apresures, cocina a fuego lento y deja que los sabores se mezclen y se potencien. El resultado merecerá la pena, te lo aseguramos.
- Prepara la base del sabor: Pica la cebolla grande en trozos medianos. No te compliques con cortes perfectos, lo importante es que se sofría bien. En una cazuela mediana, añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y calienta a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, incorpora la cebolla picada y sofríe lentamente. Paciencia, este paso es clave. La cebolla tiene que pocharse, volverse transparente y empezar a dorarse ligeramente, liberando todo su dulzor. No la quemes, ¡vigílala!
- Sella los solomillos: Mientras se pocha la cebolla, salpimienta los solomillos de cerdo enteros por todos lados. Cuando la cebolla empiece a dorar, sube un poco el fuego e incorpora los solomillos a la cazuela. Sella la carne por todos los lados, dorándola ligeramente. Este paso es importante para que la carne quede jugosa por dentro y con una costra sabrosa por fuera.
- El toque mágico del Jerez: Una vez sellados los solomillos, baja el fuego de nuevo a medio y añade el vaso generoso de fino Jerez. Deja que el vino se evapore un poco, impregnando la carne con su aroma inconfundible. Deja cocinar a fuego lento durante unos 20 minutos, o hasta que el solomillo esté en su punto.
- El punto perfecto: Para comprobar si el solomillo está hecho, pincha con un tenedor o cuchillo. Si el jugo que sale es transparente, está listo. Si aún sale un poco rojo, necesita un poco más de cocción. No te pases de cocción, ¡el solomillo tiene que quedar jugoso!
- Salsa de Jerez, el broche final: Retira los solomillos de la cazuela y reserva. Ahora, con la ayuda de una batidora, tritura la salsa de cebolla y Jerez hasta obtener una salsa fina y homogénea. Si quieres una salsa más ligera, puedes añadir un poco de agua o caldo de carne durante el triturado.
- Servir y disfrutar: Corta los solomillos en medallones de un par de centímetros de grosor y sírvelos con la salsa de Jerez por encima. Unas patatas fritas caseras son el acompañamiento perfecto para este plato, aunque también puedes optar por unas patatas panaderas o una ensalada fresca. ¡Y a disfrutar de este bocado de Jerez!
Esperamos que te animes a preparar este delicioso solomillo al Jerez en casa. Es una receta sencilla, pero llena de sabor y tradición jerezana. No olvides compartir tus fotos y comentarios en nuestras redes sociales y, por supuesto, ¡no te pierdas las próximas recetas de nuestro Recetario!