El alfajor: mucho más que un dulce. Descubre la historia de este manjar que nos transporta a Al-Andalus. Un legado árabe que pervive en cada bocado, lleno de sabor y tradición.
El alfajor: Un bocado de historia
¿Quién no ha disfrutado de un delicioso alfajor? Este dulce, tan presente en nuestras meriendas y celebraciones, esconde una historia fascinante que nos transporta a tiempos remotos. Sus raíces se hunden en la rica tradición culinaria de Al-Andalus, aquella época en la que la Península Ibérica era un crisol de culturas.
De Al-Ándalus a América
Según el Kitāb al tabīj, un antiguo libro de cocina hispano-magrebí, ya se elaboraba una preparación similar al alfajor, el alajú, siglos atrás. El gramático español Nebrija, en su famoso diccionario, lo menciona como «alfaxor» o «alaxur», consolidando así su nombre en nuestro idioma.
La presencia del alfajor en la España medieval está ampliamente documentada. Se elaboraba en Andalucía desde tiempos de Al-Ándalus y su popularidad era tal que se incluía en los almacenes de las primeras naves que cruzaban el Atlántico. De hecho, las primeras referencias de su presencia en América nos llevan hasta Venezuela.
Un dulce protagonista en la literatura
La popularidad del alfajor en el siglo XVI queda patente en obras literarias como el Guzmán de Alfarache. Mateo Alemán lo describe como una masa de pan a la que se añadía miel, un claro antepasado de los alfajores que hoy conocemos.
La llegada a Argentina y su evolución
En Argentina, el alfajor encontró un nuevo hogar y se adaptó a los gustos locales. Los colonizadores andaluces trajeron consigo esta tradición y, con el tiempo, se incorporaron ingredientes autóctonos como el dulce de leche, dándole un toque único.
A mediados del siglo XIX, el alfajor comenzó a comercializarse a gran escala. Uno de los pioneros fue Augusto Chammás, un francés que llegó a Argentina y fundó una pequeña industria dedicada a la elaboración de dulces, entre ellos, el alfajor.
El alfajor hoy en día
Hoy en día, el alfajor es un símbolo de nuestra cultura y una delicia que trasciende fronteras. Su versatilidad permite una infinidad de variedades, desde los más clásicos hasta los más innovadores. Cada bocado es un viaje en el tiempo, un recorrido por nuestra historia y nuestras tradiciones.
La receta tradicional del alfajor
Hoy te presentamos una receta de alfajores que nos transporta a los orígenes de este dulce. Es una versión sencilla, pero llena de sabor, que puedes preparar en casa y compartir con tus seres queridos.
Ingredientes:
- 2 kilos de miel: La miel es el ingrediente principal que le da a los alfajores su dulzor característico y propiedades conservantes.
- 1 kilo de pan tostado y molido: El pan tostado y molido aporta una textura crujiente y un sabor ligeramente tostado.
- 3/4 de kilo de harina: La harina es el elemento aglutinante que ayuda a dar forma a los alfajores.
- 1/2 kilo de almendras molidas: Las almendras molidas le aportan un sabor y una textura muy particulares.
- Canela molida: La canela es una especia que realza el sabor de los alfajores y les proporciona un aroma cálido y acogedor.
- Limón rallado (al gusto): El limón rallado le da un toque cítrico y refrescante a los alfajores.
Elaboración:
- Preparación de la masa: En un caldero, disolvemos la miel con una poquita de agua. A continuación, agregamos los demás ingredientes, mezclándolos bien mientras la mezcla está caliente.
- Reposo: Dejamos reposar la masa hasta que esté tibia.
- Moldeado: Una vez tibia, damos a las piezas la forma deseada. Tradicionalmente, los alfajores tienen forma redonda, pero puedes dar rienda suelta a tu imaginación y crear formas más originales.
- Rebozado: Finalmente, rebozamos los alfajores en azúcar.
Consejos adicionales:
- Miel: La calidad de la miel influirá directamente en el sabor final del alfajor. Utiliza una miel de buena calidad, con un sabor intenso y aromático.
- Frutos secos: Puedes utilizar otros tipos de frutos secos, como nueces o pistachos, según tus preferencias.
- Especias: La combinación de especias es fundamental para darle un toque especial a los alfajores. Si lo deseas, puedes añadir otras especias como jengibre o cardamomo.
Variaciones y presentaciones
Los alfajores admiten infinidad de variaciones. Puedes rellenarlos con dulce de leche, mermelada, crema pastelera o cualquier otro relleno que te guste. También puedes decorar la superficie con chocolate, coco rallado o frutas confitadas.
Para una presentación más atractiva, puedes colocar los alfajores en una bandeja y decorarla con hojas de menta o frutos rojos.
¿Te animas a preparar estos deliciosos alfajores caseros? ¡No te arrepentirás!