
La Guardia Civil logran rastrear y detener a dos ciberdelincuentes en Sevilla y Asturias, responsables de ciberataques en España.
Operación «OceansX»: Un golpe certero al cibercrimen organizado
La Operación «OceansX», llevada a cabo por la Guardia Civil de España, ha significado un importante golpe al cibercrimen organizado. La operación, que culminó con la detención de dos individuos y el desmantelamiento de una red criminal, puso de manifiesto la sofisticación de los métodos utilizados por los ciberdelincuentes, así como la necesidad de una respuesta global y coordinada para combatir este tipo de delitos.
Modus operandi de la red criminal
- Venta de credenciales de acceso: Los ciberdelincuentes comercializaban credenciales de acceso a servicios remotos y correos electrónicos corporativos de entidades públicas y privadas. Estas credenciales eran obtenidas mediante técnicas de phishing, malware y ataques de fuerza bruta.
- Comercialización de bases de datos: La red criminal también ofrecía a la venta bases de datos con información personal de miles de individuos. Esta información podía ser utilizada para diversos fines ilícitos, como el robo de identidad, fraude financiero o campañas de spam.
- Uso de criptodivisas: Las transacciones relacionadas con las actividades delictivas se realizaban principalmente mediante el uso de criptodivisas, lo que dificultaba el rastreo de los fondos y la identificación de los responsables.
Impacto de la operación
La Operación «OceansX» ha tenido un impacto significativo en la lucha contra el ciberataques en España y América Latina. Se estima que la red criminal afectada por la operación era responsable de ciberataques a más de 100 entidades públicas y privadas en ambos continentes. Entre las entidades afectadas se encuentran:
- Organismos públicos: ITVASA, ayuntamientos, universidades y ministerios.
- Empresas privadas: No se ha revelado información específica sobre empresas privadas afectadas.
Importancia de la colaboración internacional
El éxito de la Operación «OceansX» fue posible gracias a la estrecha colaboración entre diversas entidades nacionales e internacionales. La Guardia Civil contó con el apoyo de la autoridad judicial, la Fiscalía de Criminalidad Informática, el Centro Criptológico Nacional (CCN-CNI) y agencias internacionales como el FBI. Esta colaboración permitió compartir información, coordinar acciones y llevar a cabo una investigación eficaz y completa.
Conclusiones
La Operación «OceansX» es un claro ejemplo de la necesidad de fortalecer las alianzas internacionales para combatir eficazmente el cibercrimen. La sofisticación y el alcance global de este tipo de delitos exigen una respuesta conjunta y coordinada por parte de las fuerzas del orden de todo el mundo. Solo mediante el intercambio de información, recursos y mejores prácticas se podrá hacer frente a la creciente amenaza que representa el cibercrimen para la seguridad nacional y la economía global.