Los pestiños son, sin duda alguna, uno de los dulces más representativos y apreciados de la rica gastronomía jerezana. Su sabor inconfundible y su textura crujiente los convierten en una auténtica joya de la repostería, especialmente durante celebraciones como la Semana Santa y otras festividades religiosas. Estos pequeños bocados de felicidad tienen una historia fascinante y una receta que ha perdurado a lo largo del tiempo, transmitiéndose de generación en generación.

Un viaje en el tiempo: Orígenes andalusíes

Para conocer la historia de los pestiños, debemos remontarnos a la época de Al-Ándalus, cuando la cultura árabe dejó una profunda huella en la península ibérica. Fue en este periodo de esplendor cuando nacieron estos exquisitos dulces, elaborados con miel y especias que deleitaron los paladares de la época. Los pestiños se convirtieron rápidamente en una delicia muy popular, extendiéndose por toda la región y evolucionando con el paso de los siglos. La tradición de preparar y disfrutar de estos dulces se ha mantenido viva hasta nuestros días, convirtiéndose en una parte esencial de nuestro patrimonio culinario.

Tradición y sabor: Protagonistas en celebraciones

Los pestiños son especialmente típicos de la Semana Santa y otras festividades religiosas en Jerez. Durante estas fechas señaladas, es común encontrar estos dulces en hogares, pastelerías y mesas familiares. Su elaboración se convierte en un ritual, una actividad que une a las familias y que evoca recuerdos de antaño. El aroma que desprenden al freírse y el sabor dulce de la miel inundan los hogares, creando un ambiente festivo y acogedor. Además de la Semana Santa, los pestiños también son populares en otras celebraciones y pueden disfrutarse en cualquier época del año como un delicioso capricho.

La receta de la abuela Matilde: Un legado de sabor

Compartimos con vosotros una receta tradicional que ha pasado de generación en generación: los pestiños de la abuela Matilde. Esta versión casera destaca por su sabor auténtico y su elaboración sencilla.

Ingredientes

  • 2 kg de harina de repostería
  • Cáscara de naranja
  • Matalahúva
  • Cáscara rallada de limón
  • Vino fino de Jerez
  • Miel
  • Aceite de oliva
  • Anises de colores

Preparación

  1. Calentamos dos tazas de aceite en un perol y freímos la cáscara de naranja hasta que se dore. Retiramos el aceite y añadimos la matalahúva, teniendo cuidado de que no se queme. Colamos el aceite para desechar la matalahúva.
  2. En un recipiente grande, mezclamos la harina de repostería con el aceite colado, la piel rallada de un limón, un vaso de vino fino de Jerez y dos vasos más de aceite.
  3. Amasamos bien todos los ingredientes hasta obtener una masa compacta y homogénea.
  4. Formamos los pestiños dándoles la forma tradicional y los freímos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados.
  5. En otro perol, calentamos la miel con un poco de agua. Cuando esté caliente, sumergimos los pestiños en ella.
  6. Escurrimos bien los pestiños y los decoramos con anises de colores.

Con esta receta, podréis disfrutar en casa del auténtico sabor de los pestiños tradicionales. Su combinación de texturas y sabores los convierte en un dulce irresistible que seguro encantará a todos. Anímate a prepararlos y a compartir este tesoro de la repostería jerezana.

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