Descubre la fascinante historia de los Garrochistas de Bailén de Jerez, un legendario regimiento de voluntarios que, armados con sus garrochas de picar toros, se enfrentaron al ejército de Napoleón en la histórica Batalla de Bailén. Conoce a los héroes jerezanos que forjaron su leyenda.

Han transcurrido más de dos siglos desde la célebre Batalla de Bailén, una gesta en la que miles de voluntarios españoles de todas las clases sociales se unieron para expulsar al invasor francés. El 19 de julio de 1808, un día que pasaría a la historia de España, aquellos hombres, muchos con escasa formación militar, tuvieron el valor de enfrentarse y vencer al ejército más poderoso del mundo, el hasta entonces invicto de Napoleón Bonaparte. En esta hazaña sobresale la heroica actuación de los Garrochistas de Bailén de Jerez, un regimiento singular que dejó una huella imborrable.

El contexto de una rebelión andaluza

Tras los sucesos del 2 de mayo en Madrid, el ejército napoleónico avanzó por el país para aplastar la rebelión. El general Dupont, con 13.000 hombres, se dirigió a Córdoba y Sevilla. Después de vencer una ineficaz resistencia en el puente de Alcolea, sus tropas saquearon brutalmente la ciudad de Córdoba, lo que exacerbó el ánimo de los andaluces. Partidas populares masacraban a los soldados franceses rezagados, hostigando a Dupont, que decidió replegarse a Andújar. Ante el avance del ejército del general Castaños, el francés solicitó refuerzos, uniendo a sus filas 6.600 soldados más. En total, unos 20.000 soldados bonapartistas se oponían a los 29.000 de Castaños, en el preámbulo de lo que se convertiría en una de las batallas más decisivas de la Guerra de la Independencia.

La leyenda de los Garrochistas de Bailén de Jerez: Un regimiento de valientes

Más allá de los aspectos puramente militares de la batalla, lo que sí merece ser contado es la intervención heroica de un grupo de jerezanos que, junto a otros de Utrera, pasaron a la historia con un halo de leyenda. Nos referimos a los famosos Garrochistas de Bailén de Jerez. Este regimiento de lanceros voluntarios, al mando del capitán José Cheriff, se formó con jinetes que el 16 de julio ya habían luchado con valentía en la toma de Mengíbar. Tres días después, en Bailén, se convertirían en la fuerza de choque frente a la primera línea francesa.

Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el número exacto de jinetes, que oscila entre 250 y 450 efectivos, de los cuales casi un centenar eran de Utrera. La cifra más probable se acerca a los 450, ya que estaban encuadrados en la 4ª División del general Manuel de la Peña, que solo contaba con 540 jinetes en total.

En el Archivo Municipal de Jerez se conservan los nombres de muchos de los que se ofrecieron como voluntarios para esta singular unidad, lo que demuestra la implicación de la sociedad jerezana. Nombres como el de Antonio Martín, que presentó a su hijo Juan con su caballo y su garrocha, o el de Ignacio Arromando, que acudió con su hijo y cinco caballeros más. Familias enteras se unieron a la causa, armadas con lo que tenían a mano.

El uniforme y las garrochas de los héroes jerezanos

Garrochistas de Bailén de Jerez

El uniforme de los Garrochistas de Bailén de Jerez era tan original como típico: pañuelo rojo en la cabeza, sombrero calañés, chaquetilla corta, faja negra o roja, calzones ajustados hasta la rodilla y botín. Sus armas eran igualmente singulares: un cuchillo de monte y, sobre todo, la larga garrocha de picar toros, a la que le habían cambiado la puya por una punta de lanza.

Enrolados en la división del general Manuel de la Peña, eran magníficos jinetes capaces de maniobrar entre los olivares. Cargaron a todo galope en formación de cuña, diezmando a la vanguardia enemiga al grito de: «¡¡España Jerez, a por ellos, como a las vacas!!«. Tras el tremendo choque, persiguieron a los franceses. La mayoría perecieron en el combate, y no sobrevivieron más de una treintena. Los oficiales napoleónicos quedaron asombrados por su valentía, su indumentaria y su peculiar armamento. La leyenda de los Garrochistas de Bailén de Jerez había nacido.

El legado de los garrochistas

Después de la batalla, muchos garrochistas jerezanos siguieron engrosando la caballería del ejército español, lo que mantuvo en jaque a los franceses hasta su salida definitiva del país. Esta circunstancia se confirma en un bando publicado en febrero de 1810 por las tropas napoleónicas que ocuparon Jerez de la Frontera, en el que se dictaban duras medidas de represión contra quienes auxiliaran a estos lanceros voluntarios. El bando ofrecía una recompensa de 400 reales y un ascenso para el soldado que ayudara a prenderlos.

En una ciudad como Jerez de la Frontera, cuna de arte, cultura y un sinfín de monumentos que narran su rica historia, es un acto de justicia y memoria la existencia de la calle Garrochistas de Bailén. Esta vía no es solo un nombre en un callejero, sino un recordatorio tangible de una gesta heroica que honra a los valientes Garrochistas jerezanos que lo dieron todo por su tierra y su gente. Durante años, su valentía fue un eco lejano, pero hoy, esta calle se erige como un monumento más, recordando a las generaciones actuales y venideras la increíble historia de estos combatientes.

Fuente

Garrochistas en Bailén
Antonio Mariscal Trujillo
Centro de Estudios Históricos Jerezanos
https://antoniomariscaltrujillo.blogspot.com/2009/12/en-el-pasado-ano-2008-se-conmemoro-el.html

Fotografía

Garrochista de Jerez © antoniomariscaltrujillo.blogspot.com

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