Desde la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad, conocida como Entso-e, nos llega información relevante sobre lo ocurrido poco antes del apagón que afectó a la península Ibérica el pasado 28 de abril. Según su comunicado, se registraron oscilaciones antes del apagón, concretamente «dos periodos de oscilaciones de potencia y de frecuencia» en la zona síncrona de Europa continental. Este dato es clave para entender el contexto de lo sucedido, aunque las causas exactas de la interrupción siguen bajo análisis profundo.

Detalles de las alteraciones detectadas

Estas alteraciones en la estabilidad de la red europea no fueron un evento aislado justo en el momento del apagón, sino que se produjeron en dos franjas horarias distintas antes de la interrupción principal. Entso-e especifica que los periodos de oscilaciones se observaron primero entre las 12:03 y las 12:07 horas, y posteriormente, en un segundo lapso, entre las 12:19 y las 12:21 horas de ese mismo día. Es interesante notar la separación temporal entre estas detecciones y el momento final del apagón, que ocurrió aproximadamente a las 12:32 horas.

Respuestas de los operadores

Ante la detección de estas variaciones en la red, los gestores implicados tomaron cartas en el asunto. Tanto Red Eléctrica, que es el operador del sistema eléctrico en España, como RTE, el operador francés equivalente, activaron medidas destinadas a mitigar o reducir el impacto de estas oscilaciones. La coordinación entre los diferentes operadores nacionales es fundamental en una red interconectada como la europea, y este tipo de acciones preventivas buscan mantener la estabilidad del suministro en la medida de lo posible frente a perturbaciones. La rapidez en la respuesta es un factor importante en la gestión de la red.

Situación inmediatamente anterior al apagón

Un detalle que añade complejidad a la situación es lo que reporta Entso-e sobre el momento justo antes de que se produjera el apagón. Según su comunicado, en ese instante crítico, alrededor de las 12:32 horas, cuando ocurrió el incidente principal, las condiciones de la red aparentaban ser normales. Se indica que «no había oscilaciones y las variables del sistema eléctrico se encontraban dentro del rango normal de funcionamiento». Esto sugiere que, aunque hubo oscilaciones previas que fueron gestionadas, el evento final pudo ser desencadenado por factores distintos o por la evolución de las condiciones del sistema tras esas alteraciones tempranas. La investigación en curso deberá arrojar luz sobre la secuencia completa de los eventos y las causas directas que llevaron a la interrupción del suministro. La transparencia en este tipo de informes es crucial para mejorar la seguridad y fiabilidad de la red eléctrica europea.

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