
Para los jerezanos que residen fuera de nuestras fronteras, y para todos aquellos que anhelan la magia de estos días, la Feria de Jerez es un sentimiento que trasciende la distancia. En esta época del año, los recuerdos se agolpan, trayendo consigo la nostalgia de las casetas, el flamenco y el aroma a rebujito que impregna el ambiente. Es un momento en el que muchos, a pesar de la distancia, se sumergen en la atmósfera festiva, aunque sea de forma virtual.
Recuerdo con cariño mis años fuera de Jerez, siempre con la ilusión de regresar para la Feria. Aquellas jornadas estaban marcadas por la alegría de los cacharritos, compartiendo risas y momentos inolvidables con mi familia. La adrenalina de las atracciones, el bullicio de la gente y la calidez del ambiente creaban una experiencia que siempre esperaba con ganas. Más tarde, ya de joven, la Feria se convirtió en un punto de encuentro ineludible con mis amigas. Eran días de risas compartidas, confidencias y bailes hasta el amanecer. Aquellas amistades, forjadas bajo el sol de la Feria, se convirtieron en un pilar fundamental de mi juventud. La presencia de esas personas tan especiales hacía que cada edición fuera única e irrepetible.
El corazón de la Feria, año tras año
Aunque los años han pasado y mi regreso a Jerez es una realidad, y a pesar de no poder asistir este año a la Feria, disfruto cada instante a través de estas líneas, compartiendo con ustedes la esencia de nuestra fiesta. Sin duda, este sentimiento de pertenencia y de añoranza se extiende a muchos otros jerezanos y amantes de esta tierra que, por diversas circunstancias, no podrán vivir la Feria del Caballo en primera persona este año. La buena noticia es que la oportunidad de sumergirse en su encanto siempre nos espera el próximo año. Cada edición trae consigo nuevas historias y experiencias, perpetuando una tradición que une a generaciones. La Feria de Jerez es más que un evento, es un latido que resuena en el corazón de quienes la aman, estén donde estén. La música, los colores y el ambiente festivo son un imán que atrae a locales y visitantes, creando una atmósfera de camaradería y alegría. Es un lugar donde las risas se contagian y los problemas se olvidan, al menos por unos días.
Fotografía © César Pérez Pacheco | jerezsinfronteras.es