
Desde hace más de un siglo, Jerez ha contado con una institución dedicada a la formación técnica y artística de sus ciudadanos. Hoy, gracias a los documentos conservados en el Archivo General de Andalucía, podemos echar la vista atrás y conocer los entresijos de la creación de la Escuela de Artes y Oficios de Jerez de la Frontera.
La urgente necesidad de obreros especializados
A finales del siglo XIX y principios del XX, la sociedad experimentaba una gran transformación impulsada por la Revolución Industrial. En este contexto, surgió una necesidad imperante: formar a obreros cualificados para atender las demandas de una industria en constante crecimiento. El antiguo sistema de aprendizaje gremial, aunque con una larga tradición, comenzaba a mostrar sus limitaciones ante los avances técnicos y la aparición de nuevos mercados laborales.
En toda España, y Jerez no fue una excepción, se hizo evidente la necesidad de establecer centros educativos que ofrecieran una formación técnica más moderna y adaptada a los tiempos. Inspirándose en modelos de otros países europeos, como Francia e Inglaterra, se comenzaron a crear Escuelas de Artes y Oficios con el objetivo de preparar a maestros de taller, mecánicos y otros profesionales necesarios para el desarrollo económico.
Los primeros intentos y la persistencia jerezana
Aunque la idea de crear una escuela de estas características en Jerez surgió a principios del siglo XX, no fue un camino fácil. En 1900, se presentó un informe detallado al Ministerio de Instrucción Pública, destacando las condiciones favorables de la ciudad para albergar un centro de estas características. Sin embargo, la falta de presupuesto impidió que la iniciativa prosperara en ese momento.
Pero el espíritu emprendedor de Jerez no se rindió. El diario local El Guadalete se convirtió en un firme defensor del proyecto, impulsando la creación de una Comisión Municipal encabezada por el alcalde Julio González Hontoria. Esta comisión elaboró una memoria en 1909 dirigida al Ministerio, resaltando la importancia de la ciudad, su numerosa población y sus grandes intereses agrícolas y comerciales, argumentando que la formación técnica era esencial para alcanzar el nivel de vida moderno y aprovechar los avances científicos en la explotación de sus recursos.
La creación de la escuela y su legado

Finalmente, tras varios años de esfuerzos y gestiones, el proyecto se hizo realidad. El 14 de octubre de 1910, el Ministerio de Instrucción Pública aprobó la creación de la Escuela de Artes y Oficios de Jerez de la Frontera, mediante una Real Orden del 28 de octubre del mismo año. El primer curso dio comienzo en el año 1911, con 135 alumnos matriculados.
Un factor clave para el éxito de esta iniciativa fue la disponibilidad de un edificio adecuado: el antiguo Convento de la Victoria. Este inmueble, cedido a la ciudad por Luis Pernía de Terán con la condición de que se destinara a un centro de enseñanza agrícola-industrial y mercantil, se convirtió en la sede de la escuela. Su historia y su ubicación privilegiada en el corazón de Jerez contribuyeron a consolidar la importancia de la institución.
A lo largo de los años, la Escuela de Artes y Oficios de Jerez ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios sociales y económicos, manteniendo siempre su compromiso con la formación de profesionales cualificados. Hoy en día, convertida en la Escuela de Arte de Jerez, sigue siendo un centro de referencia donde se han formado y han impartido clases personas de reconocido prestigio en diversas disciplinas artísticas, manteniendo vivo el espíritu de aquellos pioneros que hace más de un siglo vieron la necesidad de impulsar la educación técnica en nuestra ciudad.





Fotos © Archivo General de Andalucía