Un niño de tres años pierde la vida en una piscina de Sanlúcar de Barrameda. Las autoridades investigan el suceso.

La tarde de este lunes se ha visto teñida de luto en Sanlúcar de Barrameda tras la trágica muerte de un niño de tres años en una piscina. El suceso ha tenido lugar en un domicilio de la calle Juan de Zubileta, según informa el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem 112).

Sobre las 17.50 horas, un particular alertaba al 112 de que habían encontrado al menor en el agua y que sus familiares le estaban realizando maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Inmediatamente, el centro coordinador activó el protocolo de emergencias, movilizando al Centro de Emergencias Sanitarias 061, a la Policía Local y a la Policía Nacional.

A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, no se pudo salvar la vida del pequeño, quien falleció en el lugar del suceso. Las autoridades investigan ahora las circunstancias del trágico incidente.

Esta nueva desgracia vuelve a poner de relieve la importancia de la vigilancia extrema de los niños en entornos acuáticos, especialmente durante la época estival. Se recomienda encarecidamente a los padres y tutores que nunca pierdan de vista a sus hijos mientras estén cerca de piscinas, ríos o playas, y que les enseñen desde pequeños las normas básicas de seguridad en el agua.

Llamamiento a la responsabilidad

La muerte de este niño es un duro golpe para toda la comunidad de Sanlúcar de Barrameda. Desde aquí, se expresan las más sinceras condolencias a la familia y allegados del pequeño. Se reitera, además, la necesidad de extremar las precauciones para evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.

Prevención de ahogamientos infantiles

• Nunca deje a un niño solo cerca de una piscina, playa o río.
• Enseñe a sus hijos a nadar y a flotar.
• Supervise a los niños de cerca mientras estén en el agua.
• Utilice dispositivos de flotación adecuados para cada edad.
• Mantenga las piscinas valladas y con las puertas cerradas.
• Aprenda a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Con la colaboración de todos, podemos evitar que estas tragedias vuelvan a ocurrir.