Y digo que es una vergüenza por no decir algo más fuerte y ofensivo para los malditos racistas que están llenando las calles de este precioso y próspero pueblo murciano del odio y la violencia de la que son maestros.
Y digo que es una vergüenza por no decir algo más fuerte y ofensivo para los malditos racistas que están llenando las calles de este precioso y próspero pueblo murciano del odio y la violencia de la que son maestros.