Simular no es jugar. En Cádiz, un detenido nos recordó lo peligroso que puede ser confundir lo real con lo falso. ¡Un arma de fuego simulada y un cuchillo? ¡Menuda broma de mal gusto!
Simular no es jugar. En Cádiz, un detenido nos recordó lo peligroso que puede ser confundir lo real con lo falso. ¡Un arma de fuego simulada y un cuchillo? ¡Menuda broma de mal gusto!