Guía emocional para vivir la Navidad en Jerez de la Frontera

Vive la magia de la Navidad en Jerez de la Frontera: zambombas, vinos de ley y el calor de nuestra gente única.

Jerez: Donde la Navidad se hace Compás y Corazón

Hay ciudades que celebran la Navidad, y luego está Jerez de la Frontera. En este rincón del sur, el 24 de diciembre no es solo una fecha en el calendario; es el clímax de un sentimiento que lleva semanas fraguándose en los patios, en las plazas y en el alma de cada jerezano, ya sea de sangre o de adopción.

El eco de la zambomba en cada esquina

Hablar de la Navidad en Jerez de la Frontera es hablar del sonido roto de una zambomba y del aroma a pestiño recién hecho. Es ese milagro anual donde el flamenco se vuelve oración y la fiesta se convierte en hermandad. En las calles del barrio de Santiago o de San Miguel, el frío de diciembre se combate con el calor de una hoguera y el compás de una bulería que le canta al Niño Dios como si fuera un vecino más de la calle Nueva.

Para el jerezano de corazón, la Navidad no son solo luces brillantes en las avenidas; es el reencuentro. Es ese abrazo apretado en la calle Larga con el amigo que vuelve a casa por estas fechas. Es el brindis con un oloroso o un amontillado, alzando la copa por los que están y brindando con el corazón por los que ya nos cuidan desde arriba, pero que siguen presentes en cada estribillo de los villancicos de siempre.

Un brindis por los que aman esta tierra

Este artículo es para ti, que naciste entre viñedos y caballos. Pero también es para ti, que llegaste un día de paso y te quedaste atrapado por el embrujo de una ciudad que sabe a gloria bendita. La Navidad en Jerez tiene una capacidad única para acogerte: nadie es extraño cuando hay un círculo de gente cantando alrededor de una lumbre.

En esta Nochebuena, cuando el sol se ponga tras la silueta de la Catedral y el Alcázar, Jerez se recogerá en sus casas. Pero el espíritu de la fiesta, ese que nos hace tan especiales, seguirá vibrando en cada rincón. Porque ser jerezano es una forma de entender la vida, y en Navidad, esa forma de vida se vuelve más luminosa, más generosa y más flamenca que nunca.

La magia de volver a casa

Si hoy cierras los ojos y piensas en Jerez, escucharás el murmullo de la gente en el Mercado de Abastos, olerás el vino que emana de las bodegas y sentirás ese «pellizco» en el pecho. No importa la distancia; un jerezano de corazón siempre pasa la Nochebuena en su tierra, aunque solo sea con el pensamiento.

Que la estrella que guio a los Reyes Magos ilumine cada hogar de nuestra ciudad, que no falte la salud y que, sobre todo, no falte nunca ese arte que nos hace únicos. Porque no hay mayor regalo que poder decir que uno lleva a Jerez en el alma.

¡Feliz Navidad a todos los jerezanos de buena voluntad!

Imagen de cabecera © César Pérez Pacheco | jerezsinfronteras.es