Redacción
Narcotraficantes emboscan a guardias civiles en el Guadalquivir durante la intercepción de un alijo de hachís. Agentes repelen la agresión y frustran el desembarco de 2.5 toneladas de droga.
Un operativo antidroga se convierte en un campo de batalla
En la madrugada del miércoles, la rutina de un operativo antidroga se vio drásticamente alterada cuando guardias civiles que patrullaban la desembocadura del Guadalquivir se encontraron con una emboscada por parte de narcotraficantes. Los agentes, que formaban parte del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), habían detectado una embarcación sospechosa y habían desplegado un dispositivo para interceptarla.
Al llegar al punto de desembarco previsto por los narcos, los guardias civiles se encontraron con una escena dantesca: medio centenar de personas armadas hasta los dientes protegían un alijo de 2.5 toneladas de hachís, repartidas en 77 fardos. Sin mediar palabra, los narcotraficantes abrieron fuego contra los agentes, quienes respondieron a la agresión utilizando sus armas reglamentarias.
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El intenso tiroteo se prolongó durante varios minutos, dejando un saldo de varios guardias civiles heridos. A pesar de la ferocidad del ataque, los agentes lograron repeler la agresión y frustrar el desembarco del alijo. La embarcación utilizada por los narcos consiguió huir, pero nueve miembros de la organización fueron detenidos.
En el lugar de los hechos se incautaron los 77 fardos de hachís, cuatro vehículos todo terreno que habían sido sustraídos para el transporte de la droga y diverso material utilizado por los narcotraficantes. La droga, los vehículos y los detenidos fueron trasladados a la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, donde se instruyen las diligencias correspondientes.
Un duro recordatorio de los riesgos del narcotráfico
Este violento enfrentamiento pone de manifiesto una vez más los riesgos a los que se enfrentan a diario los guardias civiles en la lucha contra el narcotráfico. Los agentes, que ponen en juego su vida para proteger a la ciudadanía, se ven obligados a enfrentarse a organizaciones criminales cada vez más armadas y violentas.
La emboscada del Guadalquivir sirve como un duro recordatorio de la necesidad de seguir trabajando incansablemente para combatir el narcotráfico y proteger a la sociedad de sus nefastas consecuencias.
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