Margarita López de Morla, de familia acomodada en Jerez, figura destacada durante los años en los que Cádiz estuvo sitiada por los franceses.
Margarita López de Morla y Virués, una jerezana de familia acomodada de bodegueros, se convirtió en una figura destacada durante los años en los que Cádiz estuvo sitiada por los franceses, en la Guerra de la Independencia. En ese tiempo, surgieron dos tertulias de intelectuales que llamaron la atención, especialmente porque estaban lideradas por mujeres. Una de estas tertulias, de corte conservador, era dirigida por Paquita Larrea, madre de la reconocida escritora Cecilia Böhl de Faber, conocida como Fernán Caballero. La otra tertulia, de corte más liberal, era organizada por Margarita López de Morla.
Desde muy joven, Margarita López de Morla tuvo una educación privilegiada, estudiando en colegios ingleses. Durante su estancia en Cádiz, su belleza no era su mayor atributo, como bien señaló Alcalá Galiano, quien la describió como «de ojos hermosos y conversación viva, que suplían la absoluta falta de belleza». Además, el Padre Coloma nos revela que Margarita tenía una afición poco común para una mujer de la época: fumar puros.
Se convirtió en la tertulia más importante política-literaria de Cádiz
La tertulia de los López de Morla, ubicada en la calle del camino (actualmente conocida como Isabel la Católica), se convirtió en la más importante tertulia política-literaria de la ciudad. En ella se daban cita reconocidos personajes como el poeta Quintana y políticos destacados como Argüelles, Martínez de la Rosa y Alcalá-Galiano. Incluso el famoso poeta inglés Lord Byron admiraba esta tertulia. Benito Pérez Galdos, en uno de sus Episodios Nacionales titulado «Cádiz», relata la importancia de esta tertulia en la vida cultural de la ciudad.
La jerezana Margarita López de Morla y Virués
En sus años de madurez, ya en Jerez de la Frontera, Margarita López de Morla abrazó las ideas del Socialismo Utópico de Fourier. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando fue ingresada en un sanatorio mental, donde pasó sus últimos días antes de fallecer en Madrid.
El Archivo Histórico Provincial de Cádiz guarda un documento notarial fechado el 6 de febrero de 1836. Se trata de un Poder para Testar recíproco entre Margarita y su esposo, Álvaro Virués y Figueroa.
Margarita López de Morla y Virués dejó un legado importante en la historia de Cádiz. Su capacidad para reunir a intelectuales y su participación activa en la vida política y cultural de la época la convierten en un ejemplo de empoderamiento femenino en un contexto histórico en el que las mujeres tenían un papel limitado. Aunque su vida tuvo altibajos, su influencia y legado perduran hasta el día de hoy.