
Descubre la historia de la Virgen del Pilar como Patrona de la Guardia Civil. Desde sus orígenes en Valdemoro en 1864 hasta su declaración oficial en 1913 y su celebración cada 12 de octubre. Un símbolo de fe, servicio y unidad para la Benemérita.
Pilarica y la Benemérita: Una historia de fe y servicio
La Virgen del Pilar y la Guardia Civil, una unión que va más allá de lo institucional, arraigada en la devoción y el sentimiento de miles de agentes. Cada 12 de octubre, España se viste de fiesta para celebrar el Día del Pilar, una fecha que para la Benemérita tiene un significado aún más profundo: es el día de su Patrona. Pero, ¿cómo surgió esta conexión tan especial? Para entenderlo, tenemos que viajar en el tiempo, concretamente hasta el siglo XIX, y poner rumbo a Valdemoro.
Valdemoro, 1864: El semillero de la devoción pilarista
Corría el año 1864 cuando un nuevo rostro llegó al Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro: Miguel Moreno Moreno, el primer Capellán Castrense de la institución. Este sacerdote, con gran iniciativa, no tardó en habilitar un espacio muy especial para los jóvenes guardias: una capilla. Y para presidirla, eligió una pequeña imagen de la Virgen del Pilar. Lo que quizás el Padre Moreno no imaginaba es que este sencillo gesto sembraría la semilla de una devoción que se extendería por todo el Cuerpo.
Un mes después de su llegada, la imagen de la Virgen del Pilar fue declarada Patrona de la Compañía de Guardias Jóvenes. Este fue el primer paso oficial de una larga historia de amor y fe entre la Guardia Civil y la «Pilarica». Los alumnos del Colegio de Valdemoro, cariñosamente conocidos como «Polillas», crecieron bajo la protección de esta advocación mariana. Se les inculcó la devoción desde la infancia, transmitiéndoles un legado que llevarían consigo a lo largo de sus carreras.
A medida que las promociones de «Polillas» se graduaban y eran destinadas a diferentes rincones de España, llevaban consigo mucho más que conocimientos y disciplina. Difundían con entusiasmo su fe en la Virgen del Pilar entre sus compañeros y familias. De boca en boca, de cuartel en cuartel, la devoción fue calando hondo en el seno de la Guardia Civil. La imagen de la Virgen del Pilar se convirtió en un símbolo familiar, cercano, protector. Una figura a la que encomendarse en los momentos difíciles y a la que agradecer los buenos.
1913: El Pilar se hace oficial
La devoción era ya palpable, sentida por la gran mayoría de los integrantes del Cuerpo. Fue entonces, el 8 de febrero de 1913, bajo el reinado de Alfonso XIII, cuando se hizo oficial lo que ya era un clamor popular dentro de la Guardia Civil: Nuestra Señora la Virgen del Pilar fue proclamada Patrona del Cuerpo. Un reconocimiento formal a una fe que había nacido de forma espontánea y que se había fortalecido con el tiempo.
Diez días después de esta declaración tan importante, se publicó una Orden General del Cuerpo que estableció las bases de lo que sería la festividad del Patronazgo. Se buscaba que esta celebración fuera mucho más que un acto religioso. Se concibió como un día para fortalecer el compañerismo entre los agentes, para recordar con respeto y cariño a los compañeros caídos en acto de servicio, y para honrar la memoria del fundador de la Guardia Civil, el II Duque de Ahumada, Francisco Javier Girón y Ezpeleta.
Y así se estableció el 12 de octubre, Día de Nuestra Señora del Pilar, como la fecha oficial para celebrar la festividad de la Patrona de la Guardia Civil. Una tradición que perdura hasta nuestros días y que se regula por la Orden PRE/1983/2012, de 14 de septiembre. Esta orden detalla cómo se deben llevar a cabo los actos conmemorativos en las unidades del Cuerpo, incluyendo la uniformidad y los engalanados que se deben utilizar.
El Pilar hoy: Símbolo de unidad y compromiso
Hoy en día, la Virgen del Pilar sigue siendo un apoyo fundamental en la identidad de la Guardia Civil. Su imagen representa mucho más que una figura religiosa; es un símbolo de protección, amparo, fortaleza y compromiso con la sociedad española. Cada año, el 12 de octubre, los guardias civiles renuevan su homenaje a la Patrona, reafirmando su fe y su entrega a los valores que ella representa.
Es una jornada de recuerdo y memoria para aquellos que han dado su vida por el deber, un momento para honrar a los que ya no están y para reafirmar el espíritu de servicio que define a la Guardia Civil. La devoción a la Virgen del Pilar ha trascendido lo puramente religioso para convertirse en un símbolo de unidad y camaradería dentro del Cuerpo. Un recordatorio constante de que, más allá de las individualidades, todos comparten un mismo objetivo: proteger y servir a la sociedad. La «Pilarica» vela por la Benemérita, y la Benemérita le rinde pleitesía cada 12 de octubre, en una tradición cargada de historia y sentimiento.