¿Sabías que el emblemático Zoo de Jerez de la Frontera, conocido cariñosamente como «El Tempul», ya recibía visitas de la realeza en los años 60 del siglo pasado? Sí, así como lo lees. Por aquel entonces, el embajador británico y su señora se aventuraron entre nuestras tierras jerezanas para conocer de cerca la fauna local.

Imagina la escena: un elegante matrimonio británico, acostumbrado a los palacios londinenses, pisando el suelo de «El Tempul», un zoo que más que un zoológico parecía una granja de verano. Y es que, en aquellos tiempos, las instalaciones eran tan sencillas como entrañables. Una simple malla y unos cuantos troncos separaban a los visitantes de las cigüeñas y espátulas, creando un ambiente casi familiar.

Pero, ¿por qué tanta popularidad para un zoo tan «rústico»? Pues porque  «El Tempul» siempre ha sido mucho más que un simple parque de animales. Desde su inauguración en 1953, se ha convertido en un punto de encuentro para amantes de la naturaleza de todo el mundo, especialmente para los ingleses. Y es que, la pasión por las aves y el vino de Jerez siempre han ido de la mano.

Así que, la próxima vez que visites el Zoo de Jerez, no solo podrás admirar a sus habitantes más exóticos, sino también imaginar a aquel embajador británico, rodeado de cigüeñas, descubriendo la magia de nuestra fauna y nuestra tierra. ¡Una historia que demuestra que el encanto de «El Tempul» trasciende las modas y las fronteras!