
Un recorrido nostálgico por la historia de la peseta, desde su nacimiento en 1868 hasta su despedida con la llegada del euro. Descubre los detalles y curiosidades de esta moneda que marcó a generaciones de españoles.
Secretos de la peseta
La peseta, esa entrañable moneda que durante más de un siglo tintineó en nuestros bolsillos, forma parte imborrable de la historia de España. Desde su nacimiento en 1868 hasta su despedida con la llegada del euro en 2002, la peseta fue mucho más que una simple moneda: fue un símbolo, un testigo silencioso de los cambios políticos, sociales y económicos del país. En Jerez de la Frontera, como en el resto de España, la peseta dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.
El nacimiento de una moneda con historia
El 19 de octubre de 1868, tras el derrocamiento de Isabel II, el Gobierno Provisional decretó el nacimiento de la peseta como unidad monetaria. Este hito marcó el inicio de una larga trayectoria que abarcaría 134 años de historia. La producción se centralizó en la Ceca de Madrid, origen de la actual Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda (FNMT-RCM). Cada peseta acuñada encerraba en sus pequeñas dimensiones la historia, la política, la religión, la economía y el arte del momento.
El nombre «peseta» ya era de uso común durante el reinado de Isabel II, y su familiaridad fue un factor clave en su elección. Incluso se dice que ya circulaban pesetas en Cataluña antes de la Guerra de la Independencia. La primera moneda acuñada en 1869, la unidad, llevaba la leyenda «Gobierno Provisional» en el anverso, mostrando a Hispania recostada sobre los Pirineos, inspirada en monedas del emperador Adriano. El reverso mostraba el escudo de España en plata, y un león rampante sosteniendo el escudo en bronce, dando origen a los populares nombres de «perra gorda» y «perra chica».
Un recorrido iconográfico a través del tiempo
A lo largo de su existencia, el diseño de la peseta evolucionó al ritmo de los tiempos. Desde las efigies reales hasta los motivos republicanos, pasando por el régimen franquista y la llegada de la democracia, la iconografía de la peseta reflejó fielmente los cambios políticos del país.
Tras los primeros diseños de Luis Marchionni, la Segunda República introdujo motivos republicanos, mientras que el régimen de Franco incorporó retratos modelados por Benlliure y Ávalos. Con la llegada de la democracia, se mantuvo la imagen del rey Juan Carlos I y el Escudo Real. A partir de 1990, se inició una renovación anual de los diseños, incorporando motivos culturales, artísticos y locales, rompiendo con la tradición exclusivamente monárquica.
Los valores de las monedas también experimentaron cambios. Los catorce valores inicialmente previstos no se materializaron hasta el reinado de Alfonso XIII, cuando se sustituyeron los metales preciosos por nuevas aleaciones. Las acuñaciones de oro se mantuvieron hasta 1904 y las de plata hasta 1933, dando paso a la popular «rubia», la peseta amarilla de latón. A partir de entonces, se utilizaron cobre, aluminio y níquel, combinando diversas aleaciones y tamaños.
El adiós a una compañera inolvidable
A partir de 1989, se reanudaron las acuñaciones en metales preciosos, respondiendo al interés de los coleccionistas. El acto simbólico de la última acuñación de la moneda de cien pesetas marcó el fin de la historia de esta moneda, un adiós que culminaría con la entrada en vigor del euro el 1 de marzo de 2002.
La última serie de monedas en pesetas incluyó valores de 1, 5, 10, 25, 50, 100, 200 y 500 pesetas. Un merecido homenaje se rindió a la peseta con la acuñación de la última moneda de cien pesetas y la conmemorativa de plata de dos mil pesetas, ambas reproduciendo la imagen de Hispania, presente en la primera emisión de 1869.
La peseta, con sus idas y venidas, sus caras y sus cruces, se convirtió en un símbolo de identidad para varias generaciones de españoles, incluyendo a los jerezanos. Aunque ya no circule entre nosotros, su recuerdo perdura en nuestras memorias y en las colecciones de numismáticos, como un valioso tesoro que nos conecta con nuestro pasado. La FNMT-RCM conserva un legado invaluable de la historia de la peseta, invitando a todos a visitar el Museo Casa de la Moneda para contemplar la historia de España reflejada en su dinero.
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