Las agencias de la ONU en el terreno dan cuenta del terror entre los trabajadores sanitarios del territorio palestino sitiado, que destacan la falta de suministros médicos, alimentos y servicios como las grandes amenazas a la salud de la población gazatí. La situación en Gaza es desgarradora. Los trabajadores sanitarios, héroes anónimos que luchan incansablemente por salvar vidas, se enfrentan a un enemigo invisible: la escasez de recursos. La comunidad internacional debe tomar conciencia de esta crisis humanitaria y actuar de inmediato. Es hora de que las naciones se unan y proporcionen los recursos necesarios para garantizar la salud y el bienestar de todos los habitantes de Gaza.