La Junta activa la fase de emergencia del Plan ante el Riesgo de Inundaciones en Andalucía tras cientos de avisos.

El temporal golpea con dureza Andalucía: Análisis de la activación de la fase de emergencia por inundaciones

La geografía andaluza se encuentra actualmente bajo el rigor de un temporal de lluvia y nieve que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de protección civil. La decisión de la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias de elevar a fase de emergencia el Plan ante el Riesgo de Inundaciones en Andalucía no es una medida aislada, sino la consecuencia directa de una escalada de incidentes que ya rozan el medio millar. Esta fase, en su situación operativa 1, implica que los daños registrados requieren medidas de socorro inmediatas y una coordinación técnica precisa para proteger tanto los bienes materiales como, lo más importante, la integridad física de los ciudadanos en las provincias de Málaga, Granada, Almería y Huelva.

El balance humano es, hasta el momento, la parte más dolorosa de esta crisis meteorológica. La confirmación del fallecimiento de un hombre en Alhaurín el Grande, tras ser localizado su vehículo con graves daños, evidencia la fuerza destructiva de las riadas. La preocupación se mantiene en niveles máximos mientras los equipos del GREA, la Guardia Civil y los Bomberos rastrean las zonas de Málaga y Granada en busca de dos desaparecidos. El caso del motorista arrastrado en la Sierra de Parapanda, en Íllora, sirve como un trágico recordatorio de que intentar cruzar cauces o arroyos bajo estas condiciones representa un riesgo inasumible que la Agencia de Emergencias de Andalucía califica de extraordinario y peligroso.

El impacto geográfico: De la Costa del Sol al Levante Almeriense

Málaga ha sido el epicentro del temporal con 343 incidencias, centradas principalmente en la acumulación de lodos y el anegamiento de viviendas. Sin embargo, el desplazamiento de la tormenta hacia el este ha complicado notablemente la situación en Granada y Almería. En la provincia granadina, el impacto se ha diversificado entre inundaciones en municipios costeros como Motril o Almuñécar y complicaciones severas en la red de carreteras por la nieve. El rescate de veinte vehículos atrapados en la A-337 a la altura de Aldeire demuestra cómo la meteorología puede transformar una vía de comunicación en una trampa en cuestión de minutos, obligando al corte total de carreteras para garantizar la seguridad de los conductores.

En el extremo oriental, Almería ha registrado medio centenar de avisos relacionados con el desbordamiento de ramblas y desprendimientos en vías clave como la AL-7107 en Vera o la AL-8105 en Cuevas de Almanzora. Uno de los momentos más críticos se vivió en Pulpí, donde los bomberos del Levante Almeriense tuvieron que intervenir de urgencia para rescatar a una persona atrapada en su vehículo mientras el agua comenzaba a entrar en el habitáculo. Estos rescates técnicos ponen de manifiesto la importancia de la fase de preemergencia que estaba activa desde el pasado jueves, permitiendo que los recursos estuvieran preposicionados antes de que la situación operativa escalara a niveles de emergencia.

Tecnología de alerta y respuesta institucional coordinada

La respuesta tecnológica también ha jugado un papel fundamental en esta gestión de crisis. El envío masivo de mensajes a través del sistema Es-Alert a los habitantes del litoral de Huelva, el Andévalo y el Condado marca un hito en la comunicación de emergencias en la región. Este aviso directo a los terminales móviles en español e inglés permite una difusión inmediata de la alerta roja por riesgo extremo, instando a la población a evitar cualquier desplazamiento innecesario. Actualmente, 36 municipios andaluces mantienen activos sus planes territoriales locales, una arquitectura de seguridad que permite una respuesta capilar y adaptada a la realidad de cada término municipal afectado.

De cara a las próximas horas, aunque algunos avisos naranja se han desactivado, la vigilancia sigue siendo la prioridad absoluta para la Junta de Andalucía. La EMA insiste en que un aviso meteorológico es una alteración real de la normalidad y no una mera predicción estadística. Las recomendaciones de autoprotección, como evitar sótanos, no estacionar cerca de cauces secos y aumentar la distancia de seguridad al volante, son herramientas de supervivencia fundamentales. La sociedad debe interiorizar que, ante la fuerza de la naturaleza, la prevención y el respeto estricto a las indicaciones del 112 son la mejor garantía para evitar que las cifras de víctimas sigan aumentando durante este temporal.

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