La tranquilidad de la localidad gaditana de El Puerto de Santa María se ha visto brutalmente quebrada por un escalofriante suceso. La Policía Nacional ha culminado una compleja y rápida investigación con la detención de los presuntos autores de la desaparición y posterior asesinato en El Puerto de una mujer en su propia casa, en la tranquila zona residencial de Valdelagrana. La noticia ha generado una profunda indignación y preocupación en la ciudadanía, que se pregunta cómo es posible que se cometan crímenes tan atroces con total impunidad.

La alarma: Una desaparición con malos augurios

Todo comenzó a las 22:15 horas del 20 de noviembre, cuando la habitual calma vecinal fue interrumpida por las llamadas de varios residentes que alertaban a las autoridades sobre la ausencia repentina e inexplicable de una mujer. Cuando los indicativos de Seguridad Ciudadana se personaron en el lugar, encontraron la casa de la víctima cerrada, pero algo no cuadraba: el dormitorio principal de la vivienda estaba revuelto, un indicio que, desde el inicio, encendió todas las alarmas.

La necesidad de esclarecer lo ocurrido llevó a la intervención de los bomberos en la madrugada del 21 de noviembre. Tras acceder al interior, la angustia se confirmó parcialmente: la moradora no estaba, pero sí se halló a su fiel perro encerrado. La escena era la viva imagen de una interrupción violenta y apresurada de la vida cotidiana.

Los indicios de una desaparición no voluntaria

La magnitud del caso motivó que, a primera hora del 21 de noviembre, el grupo UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de la Comisaría de Cádiz tomara las riendas de la investigación. Los agentes detectaron rápidamente indicios claros de una desaparición no voluntaria, descartando cualquier otra hipótesis. Este enfoque fue crucial para el éxito de las pesquisas.

Las primeras diligencias se centraron en el círculo cercano y en personas que hubieran tenido acceso a la víctima. Así, se logró identificar a un hombre que había realizado recientemente tareas de mantenimiento en la vivienda. La sospecha se disparó cuando los investigadores descubrieron que este individuo, actuando en compañía de otro hombre, había extraído dinero de la cuenta bancaria de la víctima mediante el uso fraudulento de su tarjeta.

El desenlace más cruel: La localización del cuerpo

El segundo hombre fue identificado como sobrino del principal sospechoso. La UDEV se centró en localizarlo y, el 23 de noviembre, a las 10:00 horas, se efectuó un registro en su domicilio. El resultado fue escalofriante: en su habitación se encontraron efectos personales de la víctima, incluyendo su teléfono móvil y las llaves de la vivienda. Fue detenido de inmediato por receptación.

Fue durante este registro que los investigadores realizaron un descubrimiento macabro. La propiedad de la víctima estaba dividida en dos parcelas. Al registrar la segunda vivienda, que permanecía deshabitada, la policía encontró, lamentablemente, el cuerpo sin vida de la mujer. Los primeros indicios confirmaron lo peor: se trataba de una muerte violenta, confirmando el trágico asesinato en El Puerto. Este hallazgo activó el protocolo judicial, llevando el caso al ámbito de homicidio doloso.

Cacería internacional: Fuga a Portugal

Con el cuerpo localizado y el sobrino detenido, el foco se centró en el principal sospechoso, quien ya se encontraba prófugo. Se determinó que había huido de la justicia con su pareja y sus dos hijos en un vehículo que, para más indignación, también era propiedad de la víctima. La ruta de la fuga lo llevó a pasar por Badajoz antes de cruzar la frontera hacia Portugal.

La UDEV, demostrando una coordinación excepcional, activó de inmediato una Orden Europea de Detención (OEDE) y estableció una estrecha colaboración con las autoridades lusas. El rastreo no cesó, localizando a los fugitivos en las inmediaciones de Lisboa, donde continuaban gastando, sin pudor, el dinero robado de su víctima.

La presión policial dio sus frutos. El 29 de noviembre, los investigadores lograron localizar y detener a la mujer fugada en la localidad de Badajoz, siendo trasladada a dependencias policiales. De forma paralela, la intensificación de los esfuerzos para capturar al varón prófugo culminó con su detención al día siguiente, devolviéndolo a El Puerto de Santa María tras doce intensos días de persecución y diligencias.

La justicia en marcha

Actualmente, los dos hombres involucrados en este terrible asesinato en El Puerto han ingresado en prisión provisional, mientras que la mujer ha quedado en libertad a la espera del juicio, donde se determinará su grado de implicación en los hechos.

Este caso, aunque profundamente doloroso, se erige como una muestra del compromiso, la eficacia y el trabajo de colaboración inquebrantable entre diferentes unidades de la Policía Nacional. Su labor ha sido fundamental para esclarecer este atroz crimen y asegurar que los responsables de este asesinato en El Puerto sean puestos, sin dilación, a disposición de la justicia. La sociedad portuense espera ahora que todo el peso de la ley caiga sobre aquellos que han sembrado el terror y la tristeza en la comunidad.

Fotografía © Policía Nacional

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