La Guardia Civil y la Agencia Tributaria desvelan una de las mayores aprehensiones de droga de Melilla en años: más de 3 toneladas de hachís oculto en cartones reciclados interceptadas en Granada. Dos detenidos en una operación de película.

Un golpe de película: La estrategia definitiva para ocultar drogas que nadie vio venir

La incredulidad se apodera de los investigadores y el público ante la magnitud y la audacia de un alijo que ha roto esquemas. En una de las operaciones conjuntas más impactantes de los últimos años, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han logrado interceptar una cantidad asombrosa de estupefacientes: más de 3,2 toneladas de hachís oculto en cartones reciclados. Esta operación, bautizada como “Sarcina”, ha culminado con la detención de dos personas por pertenencia a organización criminal y por un delito gravísimo contra la salud pública relacionado con el tráfico de drogas.

El insólito escondite: Cartón prensado y perfume para engañar a todos

¿Quién iba a sospechar? La droga fue localizada en la provincia de Granada, pero su origen era el puerto de Melilla, desde donde se enviaba a la Península. Los narcotraficantes habían ideado un método casi infalible para camuflar el alijo: esconder el hachís oculto en cartones reciclados prensados, destinados supuestamente al reciclaje. No solo eso, sino que la carga iba embalada e impregnada con sustancias para enmascarar su olor, intentando burlar incluso a los detectores más sensibles.

La operación “Sarcina” se puso en marcha tras la detección inicial de un envío que, a ojos de los agentes, resultaba altamente sospechoso en su ruta de Melilla a la Península. La coordinación entre la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera fue crucial, montando un meticuloso dispositivo de seguimiento desde la ciudad autónoma hasta la Península.

La intervención canina que desmontó el plan delictivo

hachís oculto cartones reciclados

El primer punto de control importante se estableció en el puerto de Málaga. A pesar del ingenioso método para camuflar el olor y la densa presentación del material, la droga pudo ser finalmente localizada gracias a la inestimable ayuda de los perros detectores del Servicio Cinológico de la Guardia Civil. Su olfato, entrenado para penetrar cualquier barrera, desbarató el complejo plan de la organización criminal para mover el hachís oculto en cartones reciclados.

El envío, que había superado ya un largo trayecto, fue finalmente interceptado en la provincia de Granada, un punto clave en la ruta. La intervención final arrojó la escalofriante cifra de 3.225 kilos de hachís. El valor estimado de esta cantidad de droga en el mercado ilegal asciende a una cifra astronómica: 20 millones de euros.

Esta incautación se ha calificado como una de las mayores aprehensiones de hachís procedente de la ciudad autónoma de Melilla en los últimos años, confirmando la magnitud de la estructura desarticulada y la audacia de intentar pasar tal volumen de droga, en este caso hachís oculto en cartones reciclados, utilizando un método tan insólito. Las dos personas detenidas ya han pasado a disposición judicial.

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