El presidente Donald Trump ha generado una nueva ola de controversia con sus declaraciones sobre el clima en la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas. En lo que se ha descrito como un discurso autocomplaciente y confrontacional, el mandatario estadounidense se refirió al cambio climático como “la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo”.

Ataque a las energías renovables y defensa de los combustibles fósiles

Durante su intervención, Trump no solo atacó la premisa del calentamiento global, sino que también criticó duramente las energías renovables. Sostuvo que fuentes como la eólica no son lo suficientemente potentes para «hacer grande a un país» y las calificó de ser la energía “más cara jamás concebida”, aludiendo a los altos costes operativos y de reconstrucción de los molinos de viento. En lugar de ello, defendió los combustibles fósiles, destacando la prosperidad de Estados Unidos en este sector.

Discurso con mensaje interno y críticas a la propia ONU

El discurso de Trump sobre el clima en la ONU no se limitó a este tema. También incluyó críticas a la propia organización, a la que acusó de ineficacia, y a Europa por comprar petróleo y gas a Rusia mientras enfrenta la guerra en Ucrania. La prensa internacional y analistas han calificado su intervención como un discurso de Trump sobre el clima en la ONU con un mensaje más dirigido a sus bases en Estados Unidos que a la comunidad global. El discurso de Trump sobre el clima en la ONU estuvo marcado por la auto-alabanza, donde el presidente se atribuyó el mérito de haber resuelto conflictos y haber creado la economía «más brillante de la historia».

Sus palabras sobre el clima, que contrastan fuertemente con la postura de la mayoría de los líderes mundiales y la comunidad científica, refuerzan su posición política y su escepticismo sobre las políticas ambientales globales. A pesar de que el presidente intentó cerrar con un tono más conciliador, su mensaje principal sobre la «estafa verde» ha sido el que ha resonado con mayor fuerza.

Críticas de organizaciones ecologistas

Las organizaciones ecologistas criticaron duramente el discurso de Trump, calificándolo de «irresponsable» y «alejado de la realidad científica». Coincidieron en que sus declaraciones ignoran el consenso científico global sobre el cambio climático y ponen en riesgo el futuro del planeta. Un portavoz de Greenpeace declaró que el presidente «vive en el pasado» y que «el mundo ya ha elegido el camino de la sostenibilidad». Por su parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) lamentó la «actitud negacionista» y subrayó la urgencia de actuar ante la crisis climática, en lugar de minimizarla o burlarse de ella.

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