Jerez, el secreto mejor guardado de Marilyn Monroe

Descubre la inesperada conexión de Marilyn Monroe con Jerez de la Frontera y su vino más famoso. Un secreto hollywoodiense con sabor andaluz que te sorprenderá.

Marilyn Monroe: Un icono de Hollywood con un secreto inesperado

Que Marilyn Monroe era un icono, una estrella rutilante en el firmamento de Hollywood, es algo que nadie discute. Su imagen, su talento y su vida, envuelta en un halo de misterio y glamour, siguen fascinando décadas después de su desaparición. Pero, ¿conocemos todos los secretos de la diva? Más allá de los focos y los flashes, existía una Marilyn íntima, con gustos y preferencias que a veces se escapan del imaginario popular. Y entre esos gustos, encontramos una conexión inesperada con nuestra tierra, con Jerez de la Frontera, y con su producto más universal: el jerez.

Hollywood dorado y el jerez: Una afición documentada

La afirmación no es baladí. No se trata de una licencia poética o una exageración para atraer lectores. La afición de las estrellas de la época dorada de Hollywood por el jerez es un hecho documentado. Como bien se señala en el texto que nos sirve de inspiración, biógrafos de renombre como Larry Swindell, en sus trabajos sobre Gary Cooper, y María Riva, al escribir sobre su madre, Marlene Dietrich, dan fe de esta tendencia. Pero es en la figura de Marilyn Monroe donde esta preferencia alcanza su máxima expresión, tal y como Adam Victor detalla en su exhaustiva «Enciclopedia de Marilyn Monroe».

En esta obra de referencia, el autor no solo menciona el gusto de la actriz por el jerez, sino que lo ilustra con una imagen que vale más que mil palabras: una fotografía de finales de los años 50, donde vemos a una radiante Marilyn, en una fiesta de la industria cinematográfica, brindando alegremente con un catavino de jerez en la mano.

Esta imagen, rescatada del olvido y puesta en valor, nos abre una ventana a una faceta desconocida de la artista. Nos permite imaginar a Marilyn, lejos de los sets de rodaje y las alfombras rojas, disfrutando de un momento de relax con una copa de jerez. Un sorbo de Andalucía en la meca del cine. Un guiño a la sofisticación y al buen gusto que trascendía las tendencias pasajeras.

El misterio del jerez: ¿Qué cautivó a Marilyn Monroe?

Pero, ¿qué tenía el jerez para cautivar a una estrella de la talla de Marilyn Monroe? La respuesta, seguramente, reside en la complejidad y la elegancia de este vino único. El jerez, con su paleta de sabores que van desde la sequedad punzante del fino hasta la dulzura aterciopelada del Pedro Ximénez, ofrece una experiencia sensorial inigualable. Un vino con historia, con alma, que evoca paisajes soleados, viñedos centenarios y una tradición artesanal transmitida de generación en generación.

Para una mujer como Marilyn Monroe, acostumbrada a lo exquisito y lo singular, el jerez debió representar un descubrimiento fascinante. Un contrapunto perfecto a la efervescencia del champán, la bebida festiva por excelencia. El jerez, en cambio, invita a la pausa, a la reflexión, a la conversación tranquila. Un vino para saborear lentamente, disfrutando de cada matiz, de cada aroma. Quizás, en esos momentos de intimidad, Marilyn Monroe encontraba en el jerez un refugio, un instante de autenticidad en medio del torbellino mediático que la rodeaba.

No olvidemos que el jerez, en aquellos años dorados de Hollywood, era sinónimo de distinción y cosmopolitismo. Un vino presente en los mejores restaurantes, en los cócteles más sofisticados, en las reuniones sociales de la élite cultural y artística. Que Marilyn Monroe lo eligiera como bebida predilecta no es, por tanto, una casualidad. Es una confirmación de su clase, de su sensibilidad, de su capacidad para apreciar lo auténtico y lo genuino.

Un brindis por Marilyn y Jerez: Un secreto delicioso compartido

En Jerez de la Frontera, esta conexión entre Marilyn Monroe y nuestro vino más emblemático debería ser motivo de orgullo y celebración. Una anécdota que añadir a la rica historia del jerez, un nuevo argumento para reivindicar su singularidad y su atractivo universal. Imaginemos por un momento a Marilyn paseando por nuestras calles, visitando nuestras bodegas, dejándose seducir por el encanto de nuestra ciudad y, por supuesto, brindando con una copa de jerez en alguna terraza con vistas a la campiña. Un sueño, quizás, pero un sueño que la fotografía rescatada por Adam Victor nos permite acariciar.

Así que, la próxima vez que descorchemos una botella de jerez, brindemos también por Marilyn Monroe. Por su belleza, por su talento, y por su inesperada, pero deliciosa, conexión con Jerez. Un brindis por la estrella que supo apreciar el secreto mejor guardado de nuestra tierra.