
Desarticulada una poderosa red de narcotráfico con ramificaciones en Cádiz. Incautados millones de euros, droga y un arsenal de armas.
Narcos de Cádiz, KO: Millones, droga y armas fuera de las calles
Jerez de la Frontera se ve indirectamente salpicada por una importante operación contra el narcotráfico internacional. La Guardia Civil, en una colaboración que subraya la importancia de la cooperación internacional, ha asestado un duro golpe a una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína y al posterior blanqueo de capitales. La operación, bautizada como “Miltruck Frenchi”, ha culminado con la detención de 25 personas y la realización de 29 registros en diversas ciudades españolas, incluyendo Cádiz. Este despliegue pone de manifiesto la magnitud de la red y su amplio alcance territorial.
Una estructura jerárquica sofisticada
La organización desmantelada operaba con una estructura jerárquica compleja y bien definida. Desde inversores y testaferros, encargados de dar apariencia legal a las transacciones, hasta personal portuario que facilitaba la extracción de la droga, cada miembro tenía un rol específico.
En la cúspide de esta pirámide delictiva se encontraba un líder conocido como “Lucky”, quien, utilizando un testaferro, se mantenía en la sombra, coordinando las operaciones sin exponerse directamente. Bajo su mando, dos lugartenientes, apodados “Bugatti” y “Negro”, descentralizaban las operaciones y minimizaban riesgos, encargándose de la importación y distribución de la droga.
En la base, tres grupos especializados operaban con un conocimiento limitado entre sí, una estrategia que buscaba dificultar la desarticulación total de la organización. Esta compartimentación, unida a la presencia de un trabajador portuario que controlaba los movimientos de la mercancía y de “rescatadores” que la distribuían, revela una planificación meticulosa.
De piñas a generadores: Métodos de ocultación ingeniosos
Los métodos utilizados por la organización para introducir la cocaína en España eran particularmente ingeniosos. La droga se ocultaba en contenedores marítimos que transportaban productos aparentemente legales, como maquinaria industrial y frutas tropicales. Este método de camuflaje, que aprovechaba el volumen del comercio internacional, dificultaba la detección de la droga.
La investigación se inició en enero de 2022 tras la interceptación de 620 kilogramos de cocaína ocultos en el rotor de un generador eléctrico importado desde Panamá. Este hallazgo inicial activó las alarmas y dio comienzo a un seguimiento exhaustivo de los envíos vinculados a la empresa importadora.
Meses después, en el aeropuerto de Madrid-Barajas, se interceptaron 62 kilogramos de cocaína ocultos en un envío de piñas. Esta incautación, seguida de una entrega controlada en Barcelona, permitió identificar a varios miembros de la red y avanzar en la investigación. A estas incautaciones se sumaron otras en diferentes puertos internacionales, incluyendo tres contenedores en Panamá con 4.100 kilogramos de cocaína y dos en España con 700 y 1.600 kilogramos respectivamente. Estas intervenciones sucesivas confirmaron la magnitud de la red y su capacidad para operar a escala global.
Un arsenal preocupante y un botín millonario
El operativo no solo permitió la incautación de grandes cantidades de droga, sino que también reveló la posesión de un importante arsenal. Se decomisaron 48 armas de fuego, incluyendo un fusil de asalto AK-47, armas largas automáticas, subfusiles, escopetas, armas cortas con silenciador y revólveres. Además, se encontró una colección de 38 armas históricas, munición, pistolas eléctricas y puños americanos.
Este despliegue de armamento evidencia el peligro que representaba la organización para la seguridad ciudadana. A esto se suma un botín millonario: más de seis millones de euros en efectivo, ocultos en domicilios y vehículos con compartimentos secretos; 15 relojes de lujo, joyas de alto valor y 29 vehículos de alta gama.
También se incautaron dispositivos electrónicos, sistemas de inhibición de frecuencia y documentación relacionada con actividades de blanqueo de capitales. La operación “Milktruck Frenchi”, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Lleida, ha contado con la colaboración de EUROPOL y la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA), además de la cooperación internacional con Costa Rica, Panamá, Dubái y Colombia. Esta colaboración subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado transnacional.