César Pérez Pacheco
Descubre la fascinante historia de Objetivo Birmania, desde sus inicios con banda y coristas hasta su transformación en un exitoso trío femenino. ¡Un viaje musical lleno de cambios y éxitos!
¿Recuerdas a Objetivo Birmania?
¿Quién no recuerda canciones como «Los amigos de mis amigas son mis amigos» o «Dame una razón»? Estos temazos, que sonaron hasta la saciedad en las radios y discotecas de Jerez de la Frontera y de toda España a finales de los 80 y principios de los 90, fueron obra de Objetivo Birmania, un grupo que, aunque muchos recuerden solo su etapa como trío femenino, tuvo una primera vida de lo más interesante. ¡Prepárense para un viaje al pasado musical!
Los inicios: ¡Una banda con mucha marcha y las inolvidables Birmettes!
Corría el año 1982 cuando en Madrid se formó Objetivo Birmania. En sus inicios, la banda era un quinteto con cuatro músicos (teclados, guitarra, bajo y batería) y una voz femenina principal. Pero lo que realmente les daba un toque distintivo eran las Birmettes, dos coristas que, con sus coreografías y voces, añadían un extra de energía y espectáculo al grupo. ¡Eran la guinda del pastel! Esta primera etapa, que duró hasta 1986, dejó claro el potencial del grupo y sentó las bases de lo que vendría después. Aunque no alcanzaron el mismo nivel de popularidad masiva que en su segunda etapa, dejaron temas que resonaron en el panorama musical de la época.
El cisma y la reinversión: ¡De banda a trío de chicas al poder!
En 1987, la historia de Objetivo Birmania dio un giro radical. Un desacuerdo entre los miembros de la banda llevó a una batalla legal por el nombre del grupo. Finalmente, una parte se hizo con los derechos y decidió reinventar Objetivo Birmania. Y vaya si lo hicieron. ¡Pasaron de ser una banda con coristas a un trío vocal femenino! Este cambio, que a priori podía parecer arriesgado, resultó ser un acierto total.
Tras una búsqueda de nuevas integrantes, Objetivo Birmania renació en 1989 con Mónica Gabriel y Galán, que ya formaba parte de la formación anterior, y dos nuevas incorporaciones: Lola Baldrich y Marisa Pino. Este trío, con un estilo fresco, pegadizo y muy bailable, conquistó al público. Canciones como las que mencionábamos al principio se convirtieron en auténticos himnos y sonaron sin parar en todas las fiestas, discotecas y emisoras de radio, ¡incluidas las de Jerez! Su música era pura energía y diversión, perfecta para bailar y cantar a pleno pulmón. ¡Quién no recuerda los bailes y la puesta en escena de estas tres artistas!
El legado de Objetivo Birmania: ¡Un icono de los 80 y 90!
Aunque Objetivo Birmania se separó en 1991, su música sigue viva en el recuerdo de muchos. Su transformación, de banda con coristas a trío femenino, es un ejemplo de reinvención exitosa en el mundo de la música. Demostraron que los cambios, aunque a veces sean difíciles, pueden abrir nuevas puertas y llevar al éxito.
Objetivo Birmania dejó una huella imborrable en la música pop española de los 80 y 90. Sus canciones siguen sonando hoy en día, recordándonos una época llena de ritmo, color y, sobre todo, ¡mucha música! Y en Jerez de la Frontera, como en el resto de España, siempre recordaremos a Objetivo Birmania con una sonrisa y con ganas de bailar. ¡Un grupo que forma parte de nuestra banda sonora!
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