El Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, a través de la Delegación de Urbanismo, ha iniciado el procedimiento de venta forzosa de la finca de la calle Cazón 11, situada en el histórico barrio de San Miguel. Con un precio de salida de 318.114,72 euros, esta medida busca atender una de las demandas más recurrentes de la Mesa del Centro Histórico, en especial del colectivo vecinal de San Miguel, quienes han solicitado una solución al estado de abandono del inmueble.

Un paso hacia un barrio más habitable

La finca en cuestión tiene una ubicación estratégica en el barrio de San Miguel, una zona de gran arraigo cultural y social. El Gobierno local ha destacado que el objetivo principal es convertir este espacio en un lugar más habitable, cuidado y con mayor actividad. Este proyecto no solo busca recuperar el valor histórico-artístico del edificio, sino también dinamizar el barrio de la mano de los vecinos.

Según fuentes municipales, el inmueble ha sufrido un grave deterioro a lo largo de los años debido a la inacción de sus propietarios, lo que ha resultado en la pérdida de parte de su indudable valor patrimonial.

Dimensiones y potencial para la construcción de viviendas

La finca abarca alrededor de 2.000 metros cuadrados, con una edificabilidad de 3.600 metros cuadrados y capacidad para unas 50 viviendas. Estas características la convierten en un espacio idóneo para un proyecto residencial, alineado con los criterios de las licitaciones municipales, que priorizan el uso del inmueble y el número de viviendas que se construirán.

“La venta forzosa es una herramienta que permitirá recuperar el inmueble y dar respuesta a la demanda de nuevas viviendas en el barrio», señaló un portavoz del Ayuntamiento.

Calle Cazón 11: una pieza clave del patrimonio histórico-artístico

calle Cazón 11

El inmueble es una antigua bodega-granero del siglo XVIII, catalogada como de interés genérico en el conjunto histórico-artístico de Jerez. Abarca los antiguos números 9 y 11 de la calle Cazón y está vinculada al cercano Palacio de Villapanés, del que formaba parte originalmente. Su estructura incluye graneros y bodegas, que la convierten en una pieza arquitectónica de gran valor histórico.

Estado actual y riesgos de insalubridad

El informe de valoración detalla el mal estado de conservación del edificio, incluyendo una proliferación incontrolada de vegetación y daños en elementos clave como el patio interior y la zona de cubiertas, lo que representa un riesgo para la salubridad. Este diagnóstico refuerza la necesidad de actuar de manera urgente para evitar un mayor deterioro.

Con esta iniciativa, el Gobierno local de Jerez apuesta por la recuperación del patrimonio y la mejora del entorno urbano, dando un paso decisivo hacia un barrio de San Miguel más dinámico y atractivo para sus residentes y visitantes.