Un niño de 5 años ha sido asesinado presuntamente por su padre y su madre ha resultado herida grave.

El crimen se ha producido en la madrugada de este miércoles en el domicilio familiar de la víctima, en la localidad gerundense de Bellcaire d’Empordà.

Asesinado un niño de 5 años y su madre herida

Las víctimas, un niño de 5 años y su madre de 29, fueron encontradas con heridas de arma blanca. Los Mossos d’Esquadra recibieron el aviso de una vecina pasadas las cinco de la mañana y, aunque al lugar se desplazaron dotaciones del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), no pudieron hacer nada por salvar la vida del menor.

La madre, por su parte, ha sido trasladada al Hospital Trueta de Girona y se encuentra estable dentro de la gravedad.

El padre, principal sospechoso del crimen, se dio a la fuga tras el suceso, pero fue localizado y detenido por los Mossos d’Esquadra en torno a las 11.00 horas.

La comisión judicial dirigida por el juzgado de La Bisbal 1 se ha desplazado al lugar de los hechos para proceder al levantamiento del cadáver.

Este nuevo caso de violencia vicaria ha conmocionado a la sociedad catalana. Este asesinato se suma a los otros cuatro menores asesinados este año por sus progenitores en sendos casos de violencia vicaria.

El rostro más cruel del machismo

La violencia vicaria, esa forma de maltrato machista que utiliza a los hijos como armas para causar un dolor inimaginable a la mujer. Un acto de crueldad extrema que busca doblegar, destruir y arrebatar la esperanza a las víctimas.

Más allá de una simple definición, la violencia vicaria es una realidad lacerante que deja un rastro de dolor y sufrimiento imborrable. Mujeres que ven cómo sus hijos son utilizados como objetos para herirlas, para infligirles un daño irreparable.

Hijos convertidos en víctimas:

Los niños, seres inocentes y vulnerables, se convierten en el blanco de un odio que no les pertenece. Amenazas, vejaciones, maltrato físico e incluso la muerte, son las armas que el maltratador utiliza para doblegar a la madre.

Un problema invisible:

La violencia vicaria ha sido durante mucho tiempo un problema invisible, silenciado por la sociedad y por las propias víctimas, muchas de ellas aterrorizadas por las represalias del agresor.

Es hora de romper el silencio:

Es urgente visibilizar esta forma de violencia, darle nombre y rostro para que la sociedad tome conciencia de su terrible alcance. Solo así podremos combatirla de manera efectiva y proteger a las víctimas.

No más dolor, no más silencio:

Es hora de decir basta ya a la violencia vicaria. Unámonos para denunciar este tipo de maltrato, para proteger a las mujeres y a sus hijos, y para construir una sociedad libre de machismo y violencia.

Juntos podemos romper el ciclo de dolor y construir un futuro mejor para las mujeres y sus hijos.

Recuerda: Si eres víctima de violencia vicaria, no estás sola. Busca ayuda. Llama al teléfono gratuito 016 para obtener información y asesoramiento.

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