
La Guardia Civil desmantela la Mafia del Cobre en una operación que recupera 20 toneladas de material robado y detiene a 21 personas.
La Mafia del Cobre, un grupo criminal dedicado al robo de este material, ha sido desarticulada en una importante operación llevada a cabo por la Guardia Civil. La banda, a la que se atribuyen más de un centenar de robos de cobre, sustrajo bienes por un valor que supera los 2,5 millones de euros. Como resultado de esta intervención, 21 personas han sido detenidas y se han recuperado 20 toneladas de metal.
Una compleja red de robos
La investigación, que comenzó en Valencia en junio de 2024, puso al descubierto la existencia de este grupo criminal. Se detectaron 37 robos de cobre en un período de 48 días, y en los lugares de los hechos se encontraron pintadas con la leyenda «Mafia del Cobre«. Esta organización se especializaba en el robo de cables de gran grosor de diversos establecimientos, incluyendo instalaciones fotovoltaicas, depuradoras y bodegas. Los robos llegaron a provocar interrupciones en servicios esenciales para la comunidad, como el suministro de agua y electricidad.
El grupo operaba desde la provincia de Madrid, llevando a cabo robos tanto en su propio territorio como en otras ocho comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia. Los delincuentes actuaban todos los días de la semana, moviéndose constantemente para perpetrar sus fechorías.
Estructura y modus operandi
La investigación reveló que esta banda tenía una estructura jerarquizada y muy bien organizada. Un sector del grupo se encargaba de ejecutar los robos, otro recababa la información necesaria para planificar los asaltos, y una tercera parte de la organización se dedicaba a vender el material sustraído.
Además, los criminales trabajaban en «rondas», cometiendo varios robos en un lapso de cuatro o cinco días. Se organizaban en células que, en ocasiones, crecían con la incorporación de nuevos miembros. Para financiar sus actividades, los integrantes de la Mafia del Cobre aportaban una cantidad de dinero a un «bote», lo que les permitía cubrir los gastos de las «rondas» y participar en los robos. De esta forma, se aseguraban de que las personas con problemas económicos o con adicciones no formaran parte de los asaltos.
No solo de cobre vivía esta organización, ya que también robaban carburante para su posterior venta y vehículos que utilizaban en los «golpes». Finalmente, los cables sustraídos eran enviados a una localidad de Madrid para ser vendidos y refundidos. El valor total de los bienes robados asciende, como hemos mencionado, a 2,5 millones de euros. Dada la magnitud de la actividad del grupo y su compleja organización, la desarticulación de la Mafia del Cobre requirió el intercambio de información con la policía rumana y se llevó a cabo en tres fases.
Detenciones y consecuencias legales
En la primera etapa de la operación, se desmantelaron dos de las células y se detuvo a once miembros del grupo cuando regresaban de cometer dos robos. Posteriormente, se realizaron tres registros en domicilios de Getafe, Madrid, donde se logró la detención de seis integrantes de otra de las células. Finalmente, durante la tercera fase, se detuvo a cuatro personas, entre ellas el encargado de la venta de los bienes robados, pertenecientes a la última célula criminal.
En total, se ha detenido a 21 personas con edades comprendidas entre los 20 y los 33 años. Trece de ellas ya han ingresado en prisión. Se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza en las cosas, robo y uso de vehículo, usurpación del estado civil y receptación. La investigación ha sido llevada a cabo por la Guardia Civil de la Compañía de Sagunto, así como la Comandancia de Madrid y la de Cuenca. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Sagunto.