El zoobotánico de Jerez de la Frontera ha tomado la decisión de retirar de la vista del público a dos loros que proferían insultos y palabras malsonantes a los visitantes. Estas aves fueron prestadas de otro zoo y, siguiendo los procedimientos habituales, se mantuvieron en cuarentena en una estancia aislada antes de ser juntadas con el resto de los animales. Los loros han sido trasladados a una estancia alejada del público para modificar su comportamiento. Esperemos que estos loros aprendan de sus compañeros y se comporten de manera más apropiada en el futuro. Mientras tanto, los visitantes podrán disfrutar de la belleza y la diversidad de otros animales en el zoo de Jerez de la Frontera, sin tener que preocuparse por los insultos de los loros.

Pronto se descubrió que estas nuevas adquisiciones tenían algo en común: su habilidad para soltar improperios. Incluso los empleados del zoo, en lugar de desalentar a los loros, bromeaban y se reían de sus ocurrencias, lo que motivaba a las aves a seguir diciendo palabrotas.

El responsable del centro reconoce que siempre han aceptado que los loros a veces usan un lenguaje un poco picante, y que se han acostumbrado a ello. Sin embargo, por pura casualidad, acogieron dos loros la misma semana y, al estar todos en cuarentena en la misma habitación, se encontraron con una verdadera invasión de pájaros malhablados.

Los loros no solo se limitaron a soltar palabrotas, sino que incluso se dirigieron específicamente a algunos visitantes. Según el responsable, se cebaron especialmente con una joven. Aunque asegura que nadie se ha quejado formalmente, el personal del zoo estaba preocupado por la presencia de niños, ya que los loros lanzaron improperios en contra de los Reyes Magos y a favor de Papá Noel, cuando no están autorizados para emitir tal juicio.

Ante esta situación, los loros han sido trasladados a una estancia alejada del público. La intención es que, con suerte, aprendan de los otros loros que están a su alrededor y modifiquen su comportamiento. El siguiente paso será soltarlos en zonas donde estén separados, de manera que, si continúan soltando palabrotas, no resuenen tanto como cuando estaban juntos con los otros loros.

El zoobotánico de Jerez de la Frontera ha tomado una medida adecuada para garantizar la comodidad y la experiencia positiva de los visitantes. Aunque los loros son conocidos por su capacidad para imitar sonidos y palabras, es importante recordar que, en un entorno público como un zoo, es necesario mantener ciertos límites de comportamiento.

Esperemos que estos loros aprendan de sus compañeros y se comporten de manera más apropiada en el futuro. Mientras tanto, los visitantes podrán disfrutar de la belleza y la diversidad de otros animales en el zoo de Jerez de la Frontera, sin tener que preocuparse por los insultos de los loros.

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Fecha real de publicación: 28 de diciembre de 2020 a las 00:18 horas