
La Guardia Civil ha llevado a cabo una importante operación en Chiclana, desmantelando un grupo criminal liderado por un clan familiar. Este grupo utilizaba su propio domicilio como “narcopiso”, un lugar destinado al almacenaje y distribución de cocaína y hachís. La operación, denominada Enfoscado, culminó el pasado 3 de abril con la detención de tres personas pertenecientes a la misma familia: una abuela, el padre y la hija. Además, una menor de edad también se encuentra siendo investigada en relación con estos hechos.
Clan familiar y reparto a domicilio
El grupo estaba encabezado por un individuo, su madre y su hija menor de edad. Contaban además con la colaboración de una cuarta persona, ajena a la familia, que se encargaba de las entregas a través del sistema conocido como telecoca. Este método consistía en la recepción de pedidos por teléfono o mensajería instantánea y la posterior distribución de la droga a los clientes.
Droga, dinero y móviles incautados
Durante el registro de la vivienda, los agentes de la Guardia Civil encontraron un total de 23 gramos de cocaína, parte de ella ya preparada en dosis individuales para su venta. También se incautaron 70 gramos de hachís, billetes de diverso valor y cinco teléfonos móviles. Un dato relevante es que parte de la droga fue hallada en la habitación de la menor, lo que subraya la implicación de todo el núcleo familiar en la actividad delictiva.
Investigación y alarma social
Las investigaciones que llevaron a esta operación se iniciaron a principios de 2025. Los agentes detectaron un aumento significativo del tráfico de estupefacientes en las calles de Chiclana y, paralelamente, un incremento en el número de jóvenes consumidores. Esta situación generó una notable alarma social en la localidad, lo que motivó a la Guardia Civil a intensificar la vigilancia en la zona.
Estructura organizada y vigilancia
El grupo operaba con una estructura criminal bien definida. Cada miembro del clan tenía asignadas funciones específicas. Mientras algunos se dedicaban directamente a la venta y distribución de la droga, otros realizaban labores de vigilancia en las inmediaciones del domicilio. Su objetivo era alertar sobre la posible presencia de las fuerzas de seguridad, intentando así evitar ser descubiertos.
Historial delictivo del inmueble
La vivienda utilizada como narcopiso no era ajena a las autoridades. Según la Guardia Civil, este mismo domicilio ya había sido objeto de intervenciones anteriores relacionadas con el tráfico de drogas. Esto evidencia una dedicación continua a la actividad delictiva por parte del clan familiar, que habría estado utilizando el inmueble durante años como centro de operaciones para la venta de sustancias estupefacientes.
Consecuencias del narcotráfico
La Guardia Civil ha destacado la importancia de desmantelar este tipo de puntos de venta de droga. Subrayan que estas actividades no solo fomentan el consumo de sustancias estupefacientes, especialmente entre los jóvenes, sino que también están estrechamente relacionadas con otros delitos. Estos delitos suelen ser cometidos por los propios consumidores para poder financiar su adicción diaria, generando un clima de inseguridad en la sociedad.