La Junta de Andalucía ha llevado a cabo un simulacro de accidente aéreo en el Aeropuerto de Córdoba en colaboración con AENA. El objetivo de este ejercicio fue probar los mecanismos de respuesta que se activarían en caso de una emergencia real. El simulacro contó con la participación de 15 organismos y un total de 143 efectivos, recreando el accidente de una aeronave comercial durante las maniobras de aterrizaje. En este artículo se destaca la importancia de los simulacros de accidentes aéreos para garantizar la preparación y coordinación de los servicios de emergencia en caso de una situación real, y cómo estos ejercicios contribuyen a mejorar la capacidad de actuación y salvaguardar la vida de las personas.
El Plan Territorial de Emergencia de Andalucía (PTEAnd) y el Plan de Emergencia del aeródromo cordobés fueron activados, estableciendo la respuesta a nivel regional y provincial en situaciones de grave riesgo o catástrofe. Estos simulacros son necesarios para comprobar la eficacia de los planes de emergencia, el funcionamiento del sistema de comunicaciones internas y la coordinación de los operativos involucrados en caso de un accidente real.
Entre los aspectos evaluados durante el ejercicio se encontraba la asistencia a las víctimas, el funcionamiento del Puesto de Mando Avanzado (PMA) y los procedimientos de activación y movilización de los operativos y organismos implicados. La aeronave simulada transportaba una tripulación de cinco personas y 11 pasajeros. Como resultado del impacto, la aeronave sufrió daños estructurales severos, especialmente en el tren de aterrizaje y en la parte inferior del fuselaje.
El simulacro también puso a prueba la instalación de un Puesto Sanitario Avanzado, donde se realizó el triaje de las primeras víctimas rescatadas y la gestión de traslados al centro hospitalario de referencia. Además, se emuló la existencia de una víctima mortal, dos heridos graves y cuatro leves, mientras que el resto del pasaje salió ileso. Las personas no heridas recibieron atención por crisis nerviosas en una sala designada para ello.
En el simulacro participaron diversos servicios de emergencia, incluyendo dispositivos de cuidados críticos y urgencia, transporte sanitario crítico, apoyo logístico, unidades de transporte urgente y un equipo de psicólogos para atender a familiares y amigos de las víctimas. También se contó con la colaboración de figurantes y un total de 143 profesionales.
Una vez finalizado el ejercicio, se llevó a cabo una reunión de evaluación para compartir las impresiones de los distintos participantes. Estos simulacros son fundamentales para garantizar la preparación y coordinación de los servicios de emergencia en caso de una situación real. La seguridad y la eficacia de la respuesta son aspectos prioritarios en situaciones de emergencia, y este tipo de ejercicios contribuyen a mejorar la capacidad de actuación y salvaguardar la vida de las personas.
En resumen, el simulacro de accidente aéreo en el Aeropuerto de Córdoba fue un ejercicio exitoso en términos de respuesta y coordinación. La Junta de Andalucía, en colaboración con AENA y otros organismos, demostró su capacidad para hacer frente a situaciones de emergencia y garantizar la seguridad de los pasajeros y el personal involucrado. Estos simulacros son una muestra del compromiso de las autoridades en la preparación y prevención de posibles desastres aéreos.
