Un reciente informe elaborado por Ecologistas en Acción de Cádiz arroja luz sobre una situación preocupante: la contaminación por nitratos en las aguas subterráneas y superficiales de la provincia de Cádiz. Este estudio, centrado en la calidad del agua, señala que una parte considerable de nuestras reservas hídricas presenta niveles de nitratos que superan los límites establecidos por la normativa.

Panorama subterráneo preocupante

Según los datos recogidos en el informe, de las dieciséis masas de agua subterránea identificadas en la provincia, la gran mayoría, trece para ser exactos, muestran signos de contaminación por nitratos. Esta problemática es especialmente notoria en aquellas zonas vinculadas a la agricultura intensiva, donde el uso de fertilizantes nitrogenados es habitual.

Los resultados de las mediciones son elocuentes. En la masa de agua de Benalup, la mitad de las muestras tomadas registraron valores por encima del límite legal de 37,5 mg/L. Cifras igualmente elevadas se observaron en áreas como Sanlúcar-Rota-Chipiona-El Puerto de Santa María, con un 48,9 % de mediciones fuera de la ley; Jerez de la Frontera, con un 41 %; Barbate, con un 37,7 %; y el Aluvial del Guadalete, con un 34,8 %. La situación más crítica se detectó en Sierra Valleja, donde el cien por cien de las mediciones superaron el umbral legal. De las 95 estaciones de muestreo repartidas por la provincia, en el 44,2 % se encontraron valores ilegales. El pico máximo registrado fue asombroso: 338 mg/L en una estación de muestreo de la masa de agua de Barbate, concretamente en Cantarranas, Vejer de la Frontera, una cifra casi diez veces superior al máximo permitido.

Impacto en aguas superficiales y de consumo

La contaminación no se limita al subsuelo. Aunque en menor proporción, las aguas superficiales también presentan este problema. El 2,1 % de las mediciones realizadas en los últimos años dieron valores por encima de los 25 mg/L permitidos. Lo preocupante es que este porcentaje muestra una tendencia al alza, llegando al 3,7 % en 2024. Especialmente llamativo es el dato del arroyo de Cabañas, cerca de San José del Valle, donde el sesenta por ciento de las mediciones estuvieron por encima del límite.

Esta contaminación tiene una consecuencia directa en el agua que llega a nuestros hogares, ya que el suministro proviene tanto de fuentes subterráneas como superficiales. En 2022, la red de distribución que abastece a pedanías de Vejer como Poblado Valero y El Cañal registró niveles de nitratos superiores a los 50 mg/L permitidos para el agua de consumo, con mediciones de 61 mg/L y 55 mg/L. La situación se repitió en 2023 en otra pedanía vejeriega, Los Naveros, donde se detectaron 51 mg/L. Si bien otras mediciones en la zona no sobrepasaron los 50 mg/L, sí estuvieron muy cerca de este límite.

Las causas y sus efectos en la salud

La principal causa señalada de esta contaminación es el uso intensivo de fertilizantes nitrogenados en la agricultura, especialmente en las áreas de regadío. A esto se suman los vertidos de aguas residuales que no reciben el tratamiento adecuado.

La presencia elevada de nitratos en el agua no es solo un problema ambiental que puede provocar la eutrofización de los ecosistemas acuáticos. También representa un riesgo para la salud humana. Los nitratos pueden transformarse en nitritos en el organismo, lo que a su vez puede dar lugar a la metahemoglobinemia, una afección que dificulta el transporte de oxígeno en la sangre. Además, los nitritos reaccionan con otras sustancias formando nitrosaminas, compuestos asociados a la actividad carcinógena. También se ha relacionado la formación de compuestos N-nitrosos con posibles malformaciones congénitas.

Peticiones para abordar la situación

Ante este escenario, Ecologistas en Acción de Cádiz subraya la necesidad de intensificar los controles sobre la calidad del agua de abastecimiento a las poblaciones de la provincia. Igualmente, se considera fundamental revisar y modificar la normativa actual sobre agua de consumo humano para reducir el límite máximo permitido de nitratos. Se argumenta que resulta incoherente permitir un límite de 50 mg/L en el agua potable cuando el límite para proteger los ecosistemas fluviales es la mitad, especialmente considerando los riesgos para la salud asociados a los nitratos. Asimismo, se plantea la urgencia de reducir el uso de abonos nitrogenados y de poner freno a la expansión de los modelos de agricultura y ganadería intensiva, que demandan grandes cantidades de agua y contribuyen significativamente a su contaminación.

La gravedad de estos datos invita a reflexionar sobre el modelo de desarrollo agrícola que prevalece en la provincia, un modelo que, si bien busca maximizar la producción, genera una presión insostenible sobre un recurso tan vital como el agua y compromete seriamente su calidad tanto en el subsuelo como en la superficie.

Informe de nitratos en aguas subterráneas y superficiales de la provincia de Cádiz

Imagen de la cabecera © Ecologistas en Acción

¿Quieres ser el primero en enterarte de nuestras novedades? Únete a nuestro canal en Whatsapp, Telegram o al RSS de nuestro boletín digital. y recibe todas nuestras noticias en tiempo real. ¡Te esperamos!