La historia detrás de la calle Cabezas en Jerez de la Frontera
Descubre la historia detrás de la calle Cabezas en Jerez de la Frontera. Conoce las distintas teorías sobre el origen de su nombre y su relación con la familia Cabeza de Vaca. Explora la historia de esta antigua vía y su importancia en la ciudad. Lee más en nuestro apartado de historia de Jerez de la Frontera en este enlace.
La denominación de esta calle como Cabezas aparece ya en un documento de 9 de mayo de 1594. Sobre el origen de dicho nombre existen distintas opiniones. Por un lado, se cree que pudo ser de dos cabezas labradas en las ménsulas o pequeños salientes a modo de soporte para el arranque de algún balcón, existente en las antiguas casas solariegas, que aún, a principios del siglo XX, se conservan en el número tres y diez (en de los Ponce de León y, de los Torres y Gaitanes, respectivamente); cuyos adornos estaban en la misma forma que las dos cabezas, que aún se ven en el número cinco de calle Tornería (casa antigua de Domecq) representando una un moro y otra un indio.
Por otro lado, pudiera ser, que allí vinieran los Cabezas de Vaca, procedentes de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, empleado en la Armada de Castilla, que a mediados del siglo XIV vino a Jerez, casado con Teresa Vázquez de Meyra, enterrado a su muerte en la actual Catedral. De ellos procedió el Obispo de Cotrona, en Nápoles, Juan Cabeza de Vaca, que vivió a fines del siglo XVI y principios de XVII, hijo de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Alcaide de la Nobleza jerezana en 1589, y de Catalina de Torres Bazán. Acaso esta señora procedía de los Torres y Gaitanes, vecinos de esta calle; y viviendo también en ella los Cabezas, de esta circunstancia surgió el noviazgo y posterior matrimonio entre ambos, que dio por fruto a dicho pastor de la Iglesia y cinco hermanas más, mencionadas por Parada, quien asegura que fueron todas al Convento del Espíritu Santo, y que usaron todas el apellido de Cabezas, omitiendo el de Núñez y de ahí que el pueblo las llamase las Cabezas, corroborando esta presunción la fecha en que aparece dicho nombre en las actas del Consejo, tan cercana a aquella otra en que era Alcaide de la Nobleza el dicho Alvar Cabeza de Vaca.
Debemos considerar también que en ciertos autos ejecutivos entre Francisco de Casas y Garci-Pérez Rendón, empezados en 1580, en la escribanía de Domingo Maffé y de Astorga y que obran en el Archivo de la familia de Orbaneja (papeles de los Rendones), en una diligencia de información testifical, fecha 18 de agosto de 1580, figura Albar Núñez Cabeza de Vaca Dávila, vecino de la collación del Salvador; el cuál puede ser nuestro Alcaide de Nobleza de 1539 anteriormente citado, y pudo también habitar allí, o cualquier otro pariente suyo.
Según resulta del examen hecho algunas casas de la collación referida, éste debió vivir en la calle de Cazorla; pues en una rinconada de ella se conserva la portada de una antigua finca, en cuyo friso aún a comienzos del siglo XX se veían dos cabezas de vaca. Dicha casa se derribó por ruinosa en febrero de 1895, pero no la puerta.
Hasta finales del siglo XIX vivieron en dicha casa individuos apellidados Cabeza de Vaca, descendientes tal vez de los que hemos referido. No obstante, debemos relatar que el apellido de las Cabezas existía en Jerez desde más lejano tiempo; pues el Padre Rallón en su historia, tomo 3º, pág. 336, siglo XV, historia de Enrique IV, cita al caballero jerezano Miguel Pérez de las Cabezas, de quien, o de sus descendientes pudo también provenir el singular nombre de esta tortuosa vía, por tener en ella su casa solariega y ser conocido por su segundo apellido. Tuvo 13 hijos que fueron conocidos por los Cabezas, de ahí el nombre de la calle Cabezas, puesto ya con fecha anterior antes de las cinco hijas de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, monjas todas en Espíritu Santo.