
¿Se imagina un viaje en el tiempo hasta 1960, para ser testigo de un acontecimiento que marcó un hito en la historia del flamenco? El Archivo Histórico Provincial de Cádiz guarda celosamente los detalles de un espectáculo inolvidable que tuvo lugar en la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María. La Paquera de Jerez, una figura colosal del cante, fue la estrella indiscutible de aquella noche, pero no estuvo sola. Este evento fue un auténtico crisol de talento, donde se dieron cita artistas que dejaron su huella en el corazón de los asistentes, ofreciendo una demostración pura de la esencia jerezana del flamenco. Es fascinante cómo, a través de documentos históricos, podemos reconstruir la atmósfera y el impacto de momentos tan significativos para la cultura de nuestra tierra. Aquella noche, El Puerto se rindió ante la fuerza y la pasión de la Paquera de Jerez y sus compañeros.
Un cartel de lujo para la historia
El año 1960 fue testigo de un suceso cultural de primer orden en El Puerto de Santa María. Los expedientes del antiguo Gobierno Civil, hoy custodiados en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz, revelan la autorización de un grandioso espectáculo de variedades que se celebró en la Plaza de Toros de la ciudad. El cartel anunciaba una constelación de figuras destacadas del flamenco, pero no cabe duda de que la presencia de la Paquera de Jerez era el plato fuerte de la velada. Su voz, con esa capacidad de desgarro y una autenticidad inigualable, cautivó al público desde el primer momento, demostrando por qué era, y sigue siendo, una leyenda. Su actuación era el centro de atención, el punto culminante de una noche llena de arte.
Además de la indiscutible La Paquera de Jerez, el evento contó con la participación de Los Hermanos Toronjo, maestros reconocidos tanto en el cante como en el toque de la guitarra. Su destreza y compenetración añadieron una capa de profundidad y autenticidad al espectáculo. Otra figura que brilló con luz propia fue Curro de Utrera, quien derrochó talento y una pasión desbordante en cada una de sus interpretaciones. Cada artista aportó su sello personal, construyendo una noche memorable donde la pureza del arte jerezano se respiraba en cada rincón de la plaza.
España por Bulerías: el alma del flamenco
El momento cumbre de la noche llegó con el espectáculo «España por Bulerías», una verdadera inmersión en el alma del flamenco. Esta puesta en escena encapsuló la esencia del género en su máxima expresión, transportando a los asistentes a un universo de emociones y ritmos. Los artistas se entregaron por completo, fusionándose con la música y el baile, y el público respondió con una catarata de ovaciones y aplausos que resonaron en la Plaza de Toros. Fue una conexión palpable entre el escenario y los espectadores, una comunión artística que dejó una huella imborrable.
Cada cante, cada baile y cada toque de guitarra era una declaración de intenciones, un homenaje a las raíces del flamenco. La energía que emanaba del escenario era contagiosa, y el ambiente festivo y respetuoso a la vez, demostraba la profunda admiración del público por el arte que se estaba desplegando ante sus ojos. Momentos como estos son los que definen la riqueza cultural de nuestra tierra, y la Paquera de Jerez fue una de las principales artífices de esa magia.
Fotografía © Archivo Histórico Provincial de Cádiz