Una lectora de Jerez de la Frontera ha vivido en primera persona el modus operandi de una estafa que utiliza su foto de perfil de Facebook para suplantar su identidad en WhatsApp. Descubre los peligros de la suplantación por WhatsApp y por qué la policía considera que el simple uso de datos públicos no es punible hasta que se produce el delito.

Una vecina de Jerez de la Frontera, lectora habitual de jerezsinfronteras.es, ha querido compartir una experiencia que subraya los peligros de la suplantación por WhatsApp y la necesidad de extremar las precauciones con nuestra información personal en redes sociales. Un contacto suyo, también de Jerez, recibió mensajes extraños desde un número de teléfono extranjero (+57 350 5917421), pero con la fotografía de perfil de nuestra lectora, tomada directamente de su cuenta de Facebook. Este es un ejemplo alarmante de cómo operan las bandas organizadas de ciberdelincuentes.

El modus operandi del fraude: Engaño y urgencia

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Los mensajes, tal como se puede apreciar en las capturas de pantalla, buscaban establecer una conversación con la excusa de un viaje al extranjero y la promesa de un reencuentro. El tono informal y la mención de Jerez, junto con el uso de una fotografía de perfil idéntica, otorgan una capa de credibilidad inicial que puede llevar a la víctima a bajar la guardia. Sin embargo, la amiga de la jerezana, que desconfió de la hora y el número extranjero, terminó bloqueando al contacto fraudulento.

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El objetivo final de este tipo de maniobras es claro y entraña graves peligros de la suplantación por WhatsApp: generar confianza para, en una fase posterior, solicitar dinero urgente por un supuesto apuro (el clásico fraude del «hijo en apuros» o el de la «transferencia urgente»), o para obtener un código de verificación de WhatsApp y secuestrar la cuenta de la persona suplantada.

La respuesta policial: Los límites de la denuncia

El caso adquiere una dimensión legal interesante, pero frustrante para la afectada. Nuestra lectora acudió a la Comisaría de Jerez para interponer una denuncia. La respuesta de la Policía Nacional fue un baño de realidad en el ámbito de la ciberseguridad: el mero uso de una foto pública y un contacto para intentar el fraude no constituye, legalmente, suplantación de identidad en el sentido penal, ya que la identidad oficial (DNI, datos bancarios) no fue utilizada.

Las autoridades indicaron que en Facebook y otras redes sociales, «todo lo que es público, al ser público, estamos vendidos». La conclusión es que solo el estafado, aquel que ha sufrido un perjuicio económico o un daño punible, tiene legitimidad para denunciar el delito consumado. Este matiz legal es vital para entender los peligros de la suplantación por WhatsApp y la importancia de la prevención personal.

«El mero hecho de que hayan usado su cara y su contacto no es denunciable. El modus operandi está claro que es fraudulento, pero hasta que no suceda algo que sea punible, no se puede hacer nada.»

La importancia de la prevención: Desconfiar y bloquear

La ciberdelincuencia no se detiene. La lectora jerezana comprobó que, tras el bloqueo, el número extranjero cambió su foto de perfil, lo que sugiere que los ciberdelincuentes estaban ya buscando a otra víctima para continuar con el mismo modus operandi y maximizar la suplantación por WhatsApp.

Para evitar caer en la trampa y protegerse de los peligros de la suplantación por WhatsApp, se deben seguir estas pautas:

  • Desconfiar del número extraño: Si un contacto habitual te escribe desde un número nuevo, sobre todo si es extranjero, llámale directamente a su número de siempre para verificar la autenticidad antes de continuar la conversación.
  • Revisar la privacidad: Configura tu cuenta de WhatsApp para que solo tus contactos puedan ver tu foto de perfil. En Facebook e Instagram, limita quién puede ver tus fotografías.
  • Activar la verificación en dos pasos: Es la barrera de seguridad más efectiva. Impide que un tercero active tu cuenta de WhatsApp en otro dispositivo, incluso si consigue tu código de verificación por SMS.
  • Nunca compartir códigos de verificación: Bajo ninguna circunstancia se debe enviar el código de seis dígitos que llega por SMS o WhatsApp a nadie, ni siquiera a un familiar, amigo o supuesto servicio técnico.

En conclusión, este incidente en Jerez nos recuerda que la mejor defensa contra los peligros de la suplantación por WhatsApp y el fraude online es la cautela y el sentido común. La responsabilidad recae, en gran medida, en el usuario, que debe extremar las precauciones tanto en el móvil como en el ordenador.

Fotografía © jerezsinfronteras.es

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