Un alijo de 1.700 kilos de hachís abortado en Chipiona, con la audaz intervención de narcolanchas vacías para entorpecer la detención, pone de manifiesto la preocupante audacia del narcotráfico en las costas de Chipiona. La provincia de Cádiz se enfrenta a un desafío de seguridad sin precedentes.
El narcotráfico en las costas de Chipiona ha escalado un preocupante nivel de audacia, tal y como revela el reciente y exitoso operativo de la Guardia Civil. Un total de 1.700 kilos de hachís que pretendían ser introducidos por la costa de Chipiona han sido incautados, y cuatro personas han sido detenidas, en una operación que subraya la amenaza organizada que supone el crimen organizado en el litoral gaditano.
La audacia de la droga: narcolanchas vacías para entorpecer la acción policial
La intervención, coordinada por mar y aire, se puso en marcha tras la alerta generada por el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE). Los guardias civiles que operan en este sistema detectaron una embarcación al oeste de la costa de Chipiona navegando de manera sospechosa y con rumbo directo a tierra. Ante el temor fundado de un alijo de droga, se activó de inmediato a patrulleras y un helicóptero de la Guardia Civil.
Una vez que la Unidad Aérea avistó la embarcación, se constató lo peor: transportaba fardos de arpillera y petacas de combustible. Sin embargo, lo más inquietante de este alijo fue la reacción de los narcotraficantes tras las primeras maniobras de intercepción.

La embarcación cargada de droga emprendió la huida, pero no lo hizo sola. Fue apoyada por otras dos embarcaciones de alta velocidad que iban vacías. Estas «narcolanchas señuelo» se unieron a la persecución con el claro y temerario propósito de entorpecer la labor policial, dificultar la detención de los responsables y, en última instancia, intentar evitar la incautación de la droga. Este nuevo modus operandi demuestra la escalada de medios y la falta de respeto por la autoridad por parte de las organizaciones que impulsan el narcotráfico en las costas de Chipiona.
1.700 kg de hachís incautados y la sombra del repostaje ilegal
Gracias a la combinación de maniobras precisas y coordinadas tanto desde el agua (Servicio Marítimo Provincial de Cádiz) como desde el aire (Unidad Aérea con base en Rota), la Guardia Civil logró interceptar la embarcación nodriza. Se trataba de una lancha de alta velocidad de 14 metros de eslora con cuatro potentes motores de 350cv, un claro indicador de los recursos que manejan estas redes criminales. En su interior se hallaron los 1.700 kg de hachís y se detuvo a sus cuatro tripulantes.
Pero el problema del narcotráfico en las costas de Chipiona no se limita solo a los desembarcos. Horas después de la detención, la vigilancia del SIVE en las cercanías de la playa de Aguadulce, en Rota, detectó a varias personas acumulando petacas de combustible. Las patrullas de servicio se alertaron rápidamente, logrando abortar un repostaje ilegal a gran escala, incautando un total de 114 garrafas de combustible, además de otras 10 que ya habían sido cargadas en una embarcación neumática abandonada en la zona.
Este doble golpe al narcotráfico, desarrollado por el SIVE, el Servicio Marítimo Provincial de Cádiz y la Unidad Aérea de Rota, evidencia la presión constante a la que está sometida la seguridad en la provincia. La audacia de usar lanchas vacías como distracción y la necesidad de mantener una vigilancia permanente sobre el suministro de combustible para las narcolanchas, nos obliga a mantener una postura crítica y de profunda preocupación ante la amenaza que representa el crimen organizado para la tranquilidad de las costas andaluzas.
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