El anuncio de una «amplia actuación» en la Plaza del Caballo, uno de los iconos más representativos de Jerez de la Frontera, ha encendido la luz de la cautela entre la ciudadanía. El teniente de alcaldesa, Jaime Espinar, ha avanzado planes para mejorar la fuente, los parterres, las zonas ajardinadas y el acerado, justificando la intervención con el objetivo de «mejorar sus elementos y la estética del entorno». Si bien nadie cuestiona la necesidad de un mantenimiento continuo, la pregunta que resuena en las calles y que este medio se ve obligado a plantear es crucial: ¿Perderá la plaza su alma y su identidad con esta renovación de la Plaza del Caballo de Jerez?

La tensión entre el mantenimiento y la Memoria Histórica

La Plaza del Caballo no es un espacio verde cualquiera. Es un punto neurálgico, una rotonda monumental que da la bienvenida a la Feria, un homenaje vivo a nuestra seña de identidad más universal. La estatua ecuestre de Antonio Navarro Santafé es su faro, y la plaza entera forma parte de nuestro patrimonio y tradición. Es aquí donde reside el peligro de cualquier intervención «estética»: la delgada línea que separa la mejora necesaria de la adulteración innecesaria.

La renovación de la Plaza del Caballo de Jerez se hará con recursos municipales, un detalle que también merece un análisis crítico. ¿Es la reforma estética de una rotonda la prioridad absoluta en la agenda de inversiones, cuando otros barrios de la ciudad reclaman servicios básicos o un mantenimiento más urgente? Si la actuación es, como se ha señalado, de gran importancia, el Ayuntamiento debe ser transparente y detallar exactamente qué cambios se plantean para la fuente o los jardines. La ciudadanía de Jerez tiene derecho a saber si, bajo el pretexto del «embellecimiento», se proyecta una transformación que rompa con la iconografía que todos hemos conocido.

El riesgo de la renovación de la Plaza del Caballo de Jerez: ¿Icono embellecido o identidad perdida?

El concepto de «embellecer la ciudad» es loable, pero ¿quién define la belleza en un elemento que ya es un símbolo cultural? Las intervenciones en lugares emblemáticos, como ocurre con la renovación de la Plaza del Caballo de Jerez, siempre conllevan el riesgo de caer en modas pasajeras o diseños genéricos que le resten personalidad.

El Ayuntamiento debe garantizar que la renovación de la Plaza del Caballo de Jerez respete escrupulosamente los materiales originales, la disposición clásica de sus elementos y, sobre todo, la grandiosidad que siempre ha caracterizado a este espacio. Una «amplia actuación» no debería ser un cheque en blanco para cambiar la esencia de un lugar que, por su ubicación estratégica cerca de la Feria del Caballo y su tráfico constante, es la tarjeta de presentación de la ciudad ante miles de visitantes.

En definitiva, Jerezsinfronteras.es apoya el cuidado y el mantenimiento del patrimonio, pero exigimos prudencia, transparencia y, si es necesario, una consulta pública o al menos una exposición detallada del proyecto. La Plaza del Caballo merece ser cuidada, pero sin que ello suponga un desprecio a su historia y tradición. Los dos caballos de Santafé deben seguir galopando sobre una plaza que sea un reflejo fiel de nuestra identidad, y no el resultado de una simple reforma estética.

Fotografía © César Pérez Pacheco | jerezsinfronteras.es

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