La operación “Vinteox” de la Guardia Civil ha culminado con la detención de dos individuos en La Rioja y Soria. Estas personas se dedicaban a obtener, clasificar y difundir contenido sexual no consentido, afectando a 27 víctimas. El caso, de gran gravedad, ha puesto de manifiesto una red de intercambio de material íntimo obtenido de forma ilícita, en un contexto de absoluta impunidad.

La investigación se inició en marzo, cuando las autoridades detectaron varios grupos en una plataforma de mensajería. En estos espacios, se organizaban «quedadas virtuales» para compartir imágenes íntimas, en su mayoría de mujeres jóvenes, sin su conocimiento ni consentimiento. Los participantes recibían instrucciones precisas sobre cómo conseguir este contenido a través de engaños, suplantaciones o intrusiones en dispositivos personales. Asimismo, se fomentaba la creación y el intercambio de este material de forma constante.

Las pesquisas permitieron identificar a dos hombres, uno de ellos administrador de varios canales, y a un total de 27 víctimas. Las víctimas fueron grabadas sin su permiso o sufrieron el robo de imágenes mediante accesos ilícitos a sus equipos informáticos. La mayoría residía en Logroño, aunque también se encontraron casos en Albacete, Guipúzcoa, Navarra, Palencia, Soria, Vizcaya y Zaragoza.

Sistemas de videovigilancia ocultos en viviendas

Durante la investigación, los agentes descubrieron que los detenidos instalaban sistemas de videovigilancia ocultos. Estos dispositivos se colocaban en pisos de estudiantes que compartían con algunas de las víctimas, en alojamientos temporales durante viajes y en viviendas particulares, aprovechando la confianza personal.

De esta manera, los implicados espiaban y grababan de forma continuada escenas íntimas de la vida privada. Algunas de las víctimas, que eran menores de edad en el momento de los hechos, no sospecharon nada. Posteriormente, las grabaciones eran difundidas en grupos cerrados de mensajería instantánea.

En otros casos, los detenidos mantenían relaciones sentimentales con las víctimas para grabar videollamadas con contenido sexual sin autorización. Para ello, empleaban aplicaciones externas diseñadas para registrar la actividad en pantalla sin que la otra persona se diera cuenta.

Organización y delitos atribuidos

Las imágenes y vídeos de las víctimas eran organizados meticulosamente. Se clasificaban en carpetas individuales según varios criterios, como el nombre de la víctima, su lugar de residencia o el tipo de relación que mantenían con ella. Además, se ha confirmado que parte de este material fue intercambiado o vendido a terceros con fines personales o económicos.

A los detenidos se les imputan presuntos delitos de revelación de secretos, que se vinculan a graves vulneraciones del honor y la intimidad personal. También se les acusa de acceso ilícito a sistemas informáticos. La gravedad de los hechos subraya la importancia de este tipo de actuaciones en la protección de la privacidad y los derechos de las víctimas.

Únete a nuestra comunidad 🚀 y no te pierdas nada. Sé el primero en conocer nuestras noticias y novedades directamente en tu móvil o bandeja de entrada. ¡Te esperamos! 🤩