El detenido no solo poseía material ilícito, sino también realizaba grababa clandestinamente a sus allegados.

La Operación Merlín de la Guardia Civil ha puesto en evidencia el profundo y complejo trabajo de las fuerzas de seguridad en la lucha contra la pornografía infantil. La investigación, que comenzó tras un informe del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), se ha ramificado para desvelar no solo la posesión de material ilícito, sino también grababa clandestinamente a allegados de su entorno.

Inicio de la investigación y primeros hallazgos

Todo empezó al detectar un grupo de usuarios que descargaban contenido pedófilo a través de una plataforma en línea. El Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Policía Judicial de Burgos, en colaboración con la Unidad Central Operativa (UCO), logró identificar a los dos principales implicados.

El primer detenido: una escalofriante cantidad de material

El primer arrestado fue un hombre de 36 años en Burgos. En el registro de su domicilio, se confiscaron más de 50 terabytes de contenido pedófilo, principalmente imágenes de menores. La gravedad de este hallazgo justificó su ingreso inmediato en prisión provisional. El análisis de sus dispositivos reveló que no solo consumía, sino que también almacenaba y posiblemente distribuía este material.

Un giro perturbador: grabaciones ocultas a familiares y amigos

grababa allegados

El análisis forense dio un giro a la investigación al descubrir grabaciones ocultas. Los investigadores encontraron cámaras camufladas en una habitación y en el baño de la vivienda, usadas para grabar a familiares, amigos y compañeros de trabajo del detenido sin su consentimiento. Este hallazgo amplió los cargos contra el sospechoso por delitos contra la intimidad y la propia imagen. Un segundo registro confirmó la naturaleza premeditada de las grabaciones al encontrar otro dispositivo oculto en el techo del baño.

Un segundo implicado y la magnitud de la red

La Operación Merlín también identificó a un segundo usuario de la misma red de distribución: un joven de 23 años de Las Merindades. En su teléfono móvil se encontró igualmente material pornográfico. Este arresto confirma la existencia de una red con múltiples ramificaciones.

El impresionante inventario de la operación

El alcance de la operación se refleja en el material incautado: tres ordenadores, tres móviles, cuatro discos duros, cinco cámaras (dos de fabricación artesanal), diez tarjetas microSD y un sistema de almacenamiento de red (NAS) de 40 TB.

La colaboración entre el INCIBE, la Guardia Civil y la Unidad Central Operativa ha sido fundamental para el éxito de la Operación Merlín. El caso no solo ha destapado redes de pornografía infantil, sino que también ha puesto de manifiesto el peligro de individuos que, bajo una vida aparentemente normal, llevan a cabo actividades criminales que afectan a los más vulnerables.

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