La provincia de Huelva ha sido testigo de uno de los golpes más contundentes al narcotráfico en la región en los últimos años. Una operación a gran escala de la Guardia Civil ha logrado desarticular una compleja red criminal que operaba desde la provincia, especializada en prestar apoyo logístico a las conocidas «narcolanchas». Este grupo criminal no solo facilitaba combustible y víveres, sino que su sofisticada estructura permitía el relevo de tripulaciones y el almacenamiento a gran escala, demostrando una capacidad de organización considerable. La operación ha culminado con la detención de 24 personas y la incautación de casi 25.000 litros de combustible, asestando un duro golpe a la infraestructura del narcotráfico en el sur de España.

Seis meses de investigación y rastreo

La investigación, que se extendió durante seis meses, se inició cuando las autoridades identificaron un grupo criminal con base en la localidad de Villablanca. Este núcleo de la organización se encargaba de una operación meticulosa: la adquisición, almacenamiento y distribución de grandes cantidades de combustible y otros suministros esenciales para las embarcaciones de alta velocidad. Los miembros de la banda utilizaban fincas rústicas y puntos estratégicos para ocultar y preparar el material, que luego transportaban hasta la costa para el suministro en alta mar. Este apoyo era crucial para los narcotraficantes, ya que les permitía aumentar la autonomía de las embarcaciones y reducir el riesgo de ser detectados cerca de la costa.

El modus operandi de la banda incluía el uso de embarcaciones de recreo modificadas para llevar a cabo la entrega de combustible en mar abierto, así como el transporte de víveres y otros elementos necesarios para las tripulaciones de las narcolanchas. Esta logística, bien engrasada, les permitía operar de manera continua y eficiente, convirtiéndolos en un pilar fundamental para las organizaciones de narcotraficantes que operan en la zona.

El descubrimiento de las «guarderías» de combustible

El punto de inflexión de la operación llegó con la realización de 15 registros simultáneos en diversas fincas rústicas de la provincia. Estas inspecciones revelaron la magnitud de la infraestructura de la banda. Los agentes descubrieron cinco «guarderías» de combustible en las localidades de Isla Cristina y Villablanca. Estas instalaciones no eran simples escondites, sino auténticos centros de almacenamiento y preparación.

El hallazgo más significativo se produjo en una de las fincas, donde se encontraron dos depósitos cilíndricos semienterrados con una capacidad total de 30.000 litros. Estos depósitos, que operaban de forma clandestina, contaban con un sistema de bombeo para transferir el combustible a bidones más pequeños, facilitando su transporte y posterior entrega. Esta sofisticación logística evidencia la profesionalidad y la inversión de la organización criminal. Los depósitos estaban ocultos bajo la tierra para evitar la detección, lo que añade otra capa a la complejidad de la red desmantelada.

Un balance de incautaciones impresionante

El resultado de los registros y detenciones es un claro reflejo del éxito de la operación. La Guardia Civil logró incautar una cantidad significativa de bienes y dinero:

  • 24.610 litros de gasolina, lo que representa un gran golpe económico y operativo para la red.
  • 90.000 euros en efectivo, producto de sus actividades ilícitas.
  • Diez embarcaciones de recreo, utilizadas para el transporte y suministro en el mar.
  • Siete vehículos de carga y cinco turismos, junto con dos motocicletas, que conformaban la flota terrestre de la organización.

En la operación participaron alrededor de 150 agentes de la Guardia Civil de distintas especialidades, incluyendo unidades de seguridad ciudadana, información, policía judicial y el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA). Este último está elaborando un informe detallado sobre los posibles delitos medioambientales derivados del almacenamiento y manipulación ilegal de grandes cantidades de combustible, lo que podría acarrear cargos adicionales para los detenidos.

Además, la peligrosidad de la situación por la alta concentración de combustible requirió la colaboración de dos dotaciones de bomberos del Consorcio Provincial de Huelva, que se mantuvieron en alerta ante el riesgo de incendio. La operación se mantiene abierta y las autoridades no descartan más detenciones, lo que subraya la importancia y el alcance de este golpe al narcotráfico.

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