La Guardia Civil ha propinado un golpe significativo al cultivo de estupefacientes en Teruel, culminando en la desarticulación de una macro-plantación de marihuana en invernaderos que operaba en una remota zona montañosa. La operación, bautizada como «Perrua Bufi», ha llevado a la detención de cuatro individuos y a la incautación de miles de plantas ilegales, desmantelando una infraestructura compleja y altamente organizada dedicada a la producción de cannabis a gran escala.

El inicio de la investigación: una observación fortuita desata la operación

La investigación se puso en marcha a finales de junio, tras una observación fortuita. Una patrulla de vigilancia, durante sus rondas habituales, detectó indicios de lo que podría ser una plantación de grandes dimensiones oculta en el monte. Esta valiosa información fue la chispa que encendió la operación. De inmediato, agentes de la Policía Judicial y el Equipo ROCA (dedicado a la prevención de robos en el campo) se movilizaron, iniciando una discreta pero exhaustiva vigilancia en la zona. Su paciencia y profesionalidad fueron clave para recabar las pruebas necesarias y planificar la intervención.

Infraestructura sofisticada: invernaderos, sistemas de riego y control climático

Los agentes confirmaron la existencia de una vasta plantación, estratégicamente ubicada en el término municipal de Arcos de las Salinas. Lo que encontraron superó las expectativas iniciales: no se trataba de una pequeña operación, sino de un complejo sistema compuesto por nueve invernaderos de grandes dimensiones, albergando un total de 7.700 plantas de marihuana. La sofisticación de la infraestructura era asombrosa. Los cultivadores habían instalado mallas antigranizo para proteger las plantas de las inclemencias del tiempo y lonas para mantener una temperatura óptima dentro de los invernaderos, creando un microclima ideal para el crecimiento de las plantas. Además, contaban con un completo y eficiente sistema de ventilación, crucial para controlar la humedad y el flujo de aire, aspectos vitales en el cultivo intensivo de cannabis.

Uno de los detalles que más llamó la atención de los investigadores fue el elaborado sistema de riego. Los delincuentes habían construido una represa en un río cercano para asegurar un suministro constante de agua. Desde esta represa, el agua era bombeada y, lo que es aún más revelador de su profesionalidad, tratada con fertilizantes antes de ser distribuida a las plantas. Este nivel de organización, la inversión en infraestructura y la planificación detallada de los recursos hídricos y nutrientes, apuntan claramente a la implicación de una organización criminal con experiencia en el cultivo ilícito a gran escala. No eran meros aficionados, sino profesionales dedicados a maximizar la producción y, por ende, sus beneficios ilícitos.

Cuatro detenidos y prisión provisional

desmantelan invernaderos marihuana

El operativo culminó con la detención de los cuatro hombres que se encontraban en el lugar, sorprendidos in fraganti mientras realizaban labores de cuidado en la macro-plantación. Los arrestados enfrentan graves acusaciones. Se les imputan delitos contra la salud pública, específicamente por el cultivo y la elaboración de drogas, dada la cantidad y el grado de procesamiento de las plantas. Además, se les atribuye pertenencia a una organización criminal, un cargo que refleja la estructura y coordinación detectadas en la operación.

Material incautado y consecuencias de la operación

Como resultado directo de esta exitosa intervención, se ha desmantelado por completo todo el campamento y los invernaderos. Las 7.700 plantas han sido incautadas, impidiendo su distribución en el mercado negro. Además de las plantas, los agentes intervinieron otros elementos clave: dos machetes de grandes dimensiones, lo que podría indicar la intención de defender la plantación o la peligrosidad de los implicados; un teléfono móvil, cuya información podría ser crucial para futuras líneas de investigación; y diversa documentación, que sin duda proporcionará pistas sobre la red de distribución o la identidad de otros posibles implicados.

Todos los investigados, junto con las diligencias practicadas y los efectos incautados, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 3 de Teruel. El titular del juzgado, valorando la gravedad de los hechos y la cantidad de droga intervenida, ha decretado la prisión provisional para los cuatro detenidos, una medida que asegura que no podrán interferir en la investigación ni reincidir mientras se esclarecen los hechos. Esta operación no solo ha retirado una cantidad significativa de droga de las calles, sino que también ha debilitado la capacidad operativa de una organización criminal dedicada al narcotráfico en la región de Teruel.

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