
Un documento histórico de 1269 revela cómo el privilegio de los 30 donadíos moldeó la distribución de tierras en Jerez.
El privilegio de los 30 donadíos es una pieza fundamental en la historia de Jerez de la Frontera, un legado documental que nos transporta al año 1269. En el Archivo Municipal de Jerez se custodia este pergamino, un testimonio invaluable de una época de profundos cambios en la región. Este antiguo escrito, datado el 12 de octubre de 1269, mide apenas 0,16 x 0,19 centímetros y contiene una decisión real trascendental para el desarrollo del municipio.
¿Qué eran los donadíos y por qué eran cruciales?
Los donadíos eran terrenos desocupados tras la conquista, tierras que habían quedado sin propietarios por abandono o expulsión. Se entregaban como recompensa a aquellos que habían demostrado valor y lealtad en la guerra. Jurídicamente, estos terrenos se consideraban «sin pasado», lo que significaba que estaban libres de cualquier gravamen o carga anterior. Dada su gran valía, el documento establecía un límite claro: no podía haber más de 30 donadíos en el extenso término municipal de Jerez. Además, se ponía especial cuidado en evitar que se acumularan en manos de una sola persona, fomentando una distribución más equitativa. La frase clave del documento, «nos gelo faremos sano por esta nuestra carta«, subraya la autoridad real en la concesión de estas propiedades.
Un vistazo al contenido del documento original
Este privilegio, ya transcrito y analizado en publicaciones previas como «Privilegios Reales y Viejos documentos. VIII. Jerez de la Frontera» (1961) y «El Libro del Repartimiento de Jerez…» (1980), merece una nueva lectura para comprender su magnitud. A continuación, presentamos una transcripción del texto, que nos permite acercarnos a las palabras exactas que configuraron el destino de estas tierras:
Sepan quantos esta carta vieren como Nos Don Alfonso por la gracia de Dios
Rey de Castiella de Toledo de León de Gallizia de Sevilla de Cordova de
Murcia de Jahen e del Algarbe, por fazer bien e merced al concejo de
Xeres, tenemos por bien que non aya y más de treynta donadios, aquellos
que nos enviamos mandar por nuestra carta a don alfonso nuestro fijo. Et todo lo al
que finque a los de la villa. Otrosi tenemos por bien que aquellos que y ovieron
donadios fasta aquí que los podan vender a los de la villa en tal manera que
ningun vecino non poda comprar mas de un donadio. Et a qualquier que lo
comprare nos gelo faremos sano por esta nuestra carta. Dada en Toledo domingo
doze dias de othubre era de mill e trecientos e siet annos. Yo Garcia
Ferrandez la fiz escrevir por mandado del Rey.
El documento especificaba claramente que nadie podía adquirir más de un donadío, asegurando una distribución más amplia entre los habitantes de la villa. Esta medida buscaba evitar la concentración de poder y riqueza en pocas manos, promoviendo un desarrollo más equilibrado de Jerez.
La importancia del privilegio de los 30 donadíos hoy
El privilegio de los 30 donadíos no es solo una curiosidad histórica; es un documento que nos ayuda a entender las raíces de la propiedad y la distribución de la tierra en Jerez. Su análisis nos permite apreciar la planificación temprana en la configuración del territorio y la vida social de la época. Para los amantes de la historia y el patrimonio, este pergamino representa un tesoro que continúa revelando secretos sobre el pasado de nuestra ciudad.
Este tipo de documentos son vitales para reconstruir la trama de nuestro pasado y comprender cómo se forjó la identidad de Jerez de la Frontera. ¿Qué otros secretos crees que guardan los archivos de nuestra ciudad?
Fotografía © Archivo Municipal de Jerez