El verano de 2025 ha pasado a la historia como el más cálido desde que existen registros en España, un hito que, lejos de ser motivo de celebración, ha encendido todas las alarmas. Con una temperatura media 2.1 °C por encima del promedio, este verano ha pulverizado el récord anterior, superando incluso al de 2022. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que no solo ha sido un verano de calor extremo, sino también seco, con un impacto devastador en el noroeste peninsular, donde los incendios forestales han marcado la pauta. Esta situación, lejos de ser un fenómeno aislado, parece ser una tendencia, ya que el verano de 2025 no es el primero en batir récords y, según las previsiones, el otoño podría seguir la misma senda.

Un calor sin precedentes: Récords que asustan

El período del 1 de junio al 31 de agosto de 2025 se caracterizó por un calor extremo en toda la península, con la excepción del cuadrante noreste, donde fue «solo» muy cálido. Las anomalías de temperatura más significativas, superando los 3 °C por encima de la media, se registraron en el interior de Galicia y en las mesetas. En Baleares y Canarias también se vivieron temperaturas muy altas. Por meses, tanto junio como agosto resultaron ser los más cálidos de sus respectivas series, con junio destacando por ser el mes más anómalamente cálido registrado en España, con 3.6 °C por encima del promedio. Esto nos recuerda que el verano de 2025 es un ejemplo claro de cómo el clima está cambiando a una velocidad alarmante.

Las olas de calor que no dieron tregua

Verano de 2025

El verano de 2025 trajo consigo tres olas de calor: dos en la península y Baleares, y una en Canarias. En total, se registraron 33 días bajo ola de calor, el segundo verano con más días de este tipo, solo superado por el de 2022. Una de las olas de calor peninsulares fue la tercera más larga y extensa desde 1975, con 17 días de duración y afectando a 40 provincias. La segunda fue aún más impactante, catalogada como la segunda más intensa y extensa de las que se tiene constancia en España. Ciudades como Jerez de la Frontera, Morón de la Frontera y Murcia registraron temperaturas superiores a los 45 °C, batiendo récords históricos.

La sequía y los incendios: La cara amarga de un verano abrasador

A pesar de que el verano de 2025 fue húmedo en algunas zonas del noreste y centro peninsular, en su conjunto tuvo un carácter seco, especialmente en el noroeste. Este contraste geográfico en las precipitaciones tuvo consecuencias dramáticas: mientras en Cataluña o Aragón las tormentas fueron intensas, en Galicia y Asturias la sequía se agravó, coincidiendo con grandes incendios forestales que asolaron la región. Este dato refuerza la idea de que los efectos del cambio climático son desiguales y cada vez más extremos.

Predicción para el otoño: Más calor y menos lluvia

La AEMET no trae buenas noticias para el otoño. La predicción para el trimestre de septiembre, octubre y noviembre apunta a un escenario en el que las temperaturas seguirán por encima de lo normal en todo el país. En cuanto a las precipitaciones, no hay una tendencia clara, aunque es poco probable que sea un otoño especialmente lluvioso en el oeste y centro de la península, lo que podría prolongar la sequía en esas zonas. Este panorama nos obliga a prepararnos para una estación que podría no traer el esperado alivio térmico.

El verano de 2025 desata el debate sobre el negacionismo climático

Con cerca de 400.000 hectáreas calcinadas, la situación del verano de 2025 ha reavivado el debate sobre la negación del cambio climático. Mientras la ciencia y los expertos señalan una conexión directa entre el aumento de las temperaturas globales y la virulencia de los incendios, ciertos sectores políticos y sociales continúan minimizando o negando la crisis climática, a pesar de la evidencia.

La realidad, sin embargo, es incuestionable: el planeta se está calentando. Los datos no solo demuestran la gravedad de la situación, sino que también ponen de relieve la urgente necesidad de tomar medidas para mitigar los efectos de la crisis climática.

Ante la evidencia del verano de 2025, el más cálido de la historia, y la devastación de los incendios, la pregunta es: ¿hasta cuándo se ignorará la ciencia? La falta de acción ante este escenario de emergencia climática puede tener consecuencias fatales, tal y como se ha visto con los 2.800 fallecidos por las altas temperaturas en España, en el 2024.

La lucha contra el cambio climático no es solo una cuestión medioambiental, es una cuestión de supervivencia. La AEMET ha alertado de que la tendencia al calentamiento continuará y que el próximo otoño también será más cálido de lo normal. Es fundamental que, ante el escenario del verano de 2025, el más cálido de la historia, la sociedad en su conjunto se una para exigir y llevar a cabo acciones reales y efectivas contra el cambio climático.

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