La Zambomba (V): una tradición andaluza inscrita en el Patrimonio Histórico

Tocando la zambomba. 1933. MARTÍN SANTOS YUBERO
Tocando la zambomba. 1933. MARTÍN SANTOS YUBERO

La Zambomba, una tradición andaluza arraigada en Arcos de la Frontera y Jerez de la Frontera, ha sido reconocida como un Bien de Interés Cultural. Esta actividad de interés etnológico consiste en reunirse en torno a un fuego y cantar villancicos flamencos, acompañados de instrumentos como guitarras, panderetas y zambombas. La inscripción de la Zambomba en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz le otorga una protección y reconocimiento especial.

En el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía número 40 de 14 de noviembre de 2015, se publicó el Decreto 503/2015, de 9 de diciembre, por el cual se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz la actividad de interés etnológico denominada la Zambomba, en Arcos de la Frontera y Jerez de la Frontera (Cádiz).

El Estatuto de Autonomía para Andalucía establece en su artículo 10.3.3.º que la Comunidad Autónoma tiene como objetivo básico el afianzamiento de la conciencia de identidad y cultura andaluza a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico. Para lograr esto, el artículo 37.1.18.º del Estatuto de Autonomía preceptúa que se orientarán las políticas públicas a garantizar y asegurar dicho objetivo mediante la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural, histórico y artístico de Andalucía.

La Ley 14/2007, del Patrimonio Histórico de Andalucía, establece en su artículo 9.7.a) que el órgano competente para resolver los procedimientos de inscripción de Bienes de Interés Cultural en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz es el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Además, el Reglamento de Organización Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía atribuye a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la competencia en la formulación, seguimiento y ejecución de la política andaluza de Bienes Culturales.

La Zambomba, una tradición andaluza arraigada en Arcos de la Frontera y Jerez de la Frontera, ha sido reconocida como un Bien de Interés Cultural. Esta actividad de interés etnológico consiste en reunirse en torno a un fuego y cantar villancicos flamencos, acompañados de instrumentos como guitarras, panderetas y zambombas.

La inscripción de la Zambomba en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz le otorga una protección y reconocimiento especial. Según la Ley 14/2007, esta inscripción confiere preferencia a las prácticas, saberes y otras expresiones culturales de interés etnológico, tanto en su conocimiento, protección y difusión, como en la concesión de subvenciones y ayudas públicas.

La Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO de 2003 define como parte del patrimonio inmaterial aquellos usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas reconocidos por las comunidades como parte integrante de su patrimonio cultural. La Zambomba, con su rica tradición de canto flamenco y celebración comunitaria, cumple con esta definición y merece ser preservada y promovida.

La inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz no solo garantiza la protección de la Zambomba como una manifestación cultural única, sino que también contribuye a su difusión y promoción. Esta tradición, que ha pasado de generación en generación, ahora podrá ser conocida y apreciada por un público más amplio, tanto a nivel nacional como internacional.

La Zambomba es un ejemplo vivo de la riqueza y diversidad cultural de Andalucía. Su inscripción en el Patrimonio Histórico Andaluz es un paso importante para preservar y promover esta tradición, y para fortalecer la conciencia de identidad y cultura andaluza.

En conclusión, la inscripción de la Zambomba en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz es un reconocimiento merecido a esta actividad de interés etnológico. Esta tradición andaluza, con su canto flamenco y celebración comunitaria, representa la riqueza y diversidad cultural de la región. Ahora, con su protección y difusión garantizadas, la Zambomba podrá seguir siendo disfrutada y apreciada por las generaciones presentes y futuras.

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