El pasado sábado, un terremoto de magnitud 3,6 sacudió el Cabo de San Vicente en la costa suroeste de la Península Ibérica. Descubre la historia sísmica del Cabo de San Vicente y su importancia en el estudio de la actividad sísmica. Conoce los terremotos más significativos en la zona, como el de 1755 y el de 1969. Aprende sobre los epicentros y la distribución de las placas tectónicas en esta región. Prepárate para futuros eventos sísmicos en el Cabo de San Vicente.
El pasado sábado, día 25 de noviembre, un terremoto de magnitud 3,6 sacudió el Cabo de San Vicente, marcando el límite occidental del golfo de Cádiz. Aunque este evento no fue de gran magnitud, nos recuerda la historia sísmica de esta zona y la importancia de comprenderla.
La región al suroeste del cabo de San Vicente ha sido testigo de los terremotos más significativos registrados en la península Ibérica. Uno de los más notorios es el terremoto de 1755, con una magnitud aproximada de 8,5 en la escala de Richter. Este evento se sintió en Europa occidental y el norte de África, y tuvo una intensidad máxima de X en el sur de Portugal. Además de los temblores, este terremoto generó un tsunami con olas de hasta 10-15 metros en el Golfo de Cádiz, causando aproximadamente 15.000 víctimas.
Otros terremotos destacados en esta zona incluyen el de 1356 y el de 1761, este último sentido en diferentes partes de Europa y que provocó un tsunami de menor severidad en las costas de Portugal, España, Gran Bretaña e incluso Barbados. En tiempos más recientes, el terremoto de 1969, con una magnitud de 7,8, produjo intensidades de VIII-IX en varias localidades del sur de Portugal y generó un pequeño tsunami en las costas de Marruecos, Portugal y España. También es relevante mencionar los terremotos de 1941, 2007 y 2009, con magnitudes de 6,7, 6,1 y 5,7 respectivamente.
En el golfo de Cádiz, se han registrado terremotos como el de 1722 en Tavira (Portugal), que devastó varias localidades del sur de Portugal y alcanzó una intensidad de VIII. También se destaca el terremoto de 1773, percibido con una intensidad máxima de VII. Durante la época instrumental, en 1964 se registró un terremoto de magnitud 6,6 que también fue sentido con intensidad VII.
La distribución de los epicentros en esta zona no sigue una alineación clara, lo que sugiere que el contacto entre las placas Africana y Euroasiática se refleja en una red de fallas dispersas en una banda de dirección este-oeste, paralela a la costa del sur de Portugal. La mayoría de los mecanismos focales de estos terremotos son de tipo inverso y de desgarre, con una compresión horizontal máxima en dirección noroeste-sureste.
Es interesante destacar que la profundidad de algunos de estos terremotos alcanza los 50-60 km, aunque no se puede afirmar con certeza que exista una zona de subducción claramente definida. Esto podría explicarse por el comportamiento de una litosfera oceánica antigua y fría, que se comporta de manera frágil hasta el manto superior.
En resumen, la historia sísmica del Cabo de San Vicente y sus alrededores nos muestra la importancia de comprender y estudiar la actividad sísmica de una región. Aunque el reciente terremoto no fue de gran magnitud, nos recuerda que esta zona continúa siendo sísmicamente activa y que es fundamental estar preparados para futuros eventos.