En una sorprendente persecución en Chipiona, la Guardia Civil logra detener a un conductor temerario que transportaba 1.190 placas de hachís. Lee más sobre esta historia y cómo la rápida intervención de los agentes ha sacado de circulación un importante cargamento de drogas.

En una sorprendente persecución en la localidad gaditana de Chipiona, agentes de la Guardia Civil han logrado detener a un conductor que demostró ser más veloz y agresivo que cualquier piloto de carreras. Pero no solo eso, dentro de la furgoneta que conducía a toda velocidad, se encontraron nada más y nada menos que 1.190 placas de hachís, con un peso total de 115 kilos.

La mañana del 9 de noviembre, los valientes guardias civiles del Puesto Principal de Chipiona observaron cómo una furgoneta se desplazaba de manera tan agresiva y rápida que decidieron intervenir de inmediato. No solo estaban preocupados por la seguridad del conductor temerario, sino también por el peligro que representaba para el resto de los usuarios de la vía.

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Los agentes siguieron al vehículo, que parecía estar compitiendo en una carrera clandestina por la carretera A-471 en dirección a Trebujena. Finalmente, lograron interceptarlo en el punto kilométrico 54,4. Una vez detenido, procedieron a identificar al conductor, quien resultó ser el único ocupante de la furgoneta.

Al inspeccionar el interior de la furgoneta, los astutos guardias civiles descubrieron que los paneles laterales habían sido manipulados. Su intuición no los engañó, ya que encontraron varias bolsas herméticas en estos compartimentos secretos, repletas de hachís. Sin perder tiempo, detuvieron al conductor como presunto autor de un delito contra la salud pública.

La furgoneta, junto con el detenido y la droga confiscada, fueron trasladados a las dependencias de la Guardia Civil en Chipiona para realizar una inspección más minuciosa y continuar con las diligencias pertinentes. Fue entonces, después de desmontar completamente el vehículo, que se descubrió el verdadero tesoro escondido: 1.190 placas de hachís, con un peso total de 115 kilos.

El detenido, un hombre de 48 años de edad y residente en Madrid, fue puesto a disposición judicial por el delito de tráfico de drogas. Sin duda, este conductor temerario se llevó una sorpresa mucho mayor de la que esperaba al ser detenido. Tal vez debería haber considerado una carrera en el mundo del automovilismo en lugar de involucrarse en el tráfico de drogas.

En definitiva, gracias a la rápida intervención de los valientes agentes de la Guardia Civil, se ha logrado sacar de circulación un importante cargamento de hachís. Esta historia sirve como recordatorio de que, aunque algunos intenten evadir la ley, siempre hay alguien dispuesto a detenerlos y poner fin a sus actividades ilegales. ¡No hay escapatoria para los conductores temerarios y traficantes de drogas!

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