La Policía Nacional detiene a dos individuos en San Martín del Tesorillo por explotación laboral y estafa, tras una investigación que revela 33 trabajadores afectados y pérdidas para clientes superiores a los 50.000 euros.

La Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental de la Policía Nacional en Algeciras ha asestado un duro golpe contra la explotación laboral y la estafa en la vecina localidad de San Martín del Tesorillo. Una operación que culminó con la detención de dos personas, el responsable y el encargado de una empresa ficticia que se aprovechaba de la vulnerabilidad de los trabajadores y engañaba a sus clientes. La investigación, que se inició a raíz de la denuncia de un trabajador de la construcción en enero de 2025, ha destapado una trama que afectó a un total de 33 empleados y causó perjuicios económicos que superan los 50.000 euros a al menos cinco clientes.

El inicio de la investigación: Un grito de auxilio

Todo comenzó con la valiente decisión de un trabajador de la construcción de denunciar la situación de explotación laboral que estaba sufriendo a manos del propietario de una empresa con sede en San Martín del Tesorillo. Su testimonio fue la chispa que encendió una investigación exhaustiva por parte de la Policía Nacional. Las primeras pesquisas revelaron la existencia de una empresa que se anunciaba con gran despliegue en redes sociales, presentándose como un negocio serio y con experiencia en el sector de la construcción. Sin embargo, tras esta fachada de profesionalidad, se ocultaba una realidad mucho más oscura: la empresa no estaba registrada oficialmente y operaba de forma totalmente clandestina.

Los ahora detenidos, actuando como cerebro y ejecutor de la trama, utilizaban las redes sociales como principal herramienta de captación. A través de anuncios atractivos, ofrecían sus servicios a potenciales clientes, presentándoles presupuestos con una apariencia totalmente legal, incluso incluyendo el supuesto pago del IVA. Una vez que los clientes picaban el anzuelo y realizaban los correspondientes adelantos económicos, comenzaba el calvario.

Trabajadores vulnerables y clientes engañados

La forma de operar de esta organización fraudulenta era tan sencilla como despiadada. Una vez que obtenían los adelantos de los clientes, iniciaban las obras contratando a trabajadores que, en la mayoría de los casos, no estaban dados de alta en la Seguridad Social e incluso se encontraban en situación irregular en el país. Estos empleados, movidos por la necesidad de encontrar un empleo, se veían obligados a aceptar condiciones laborales abusivas, sin recibir sus salarios de manera regular y, en muchos casos, sin cobrar absolutamente nada por su trabajo.

Pero la estafa no terminaba ahí. Los trabajadores contratados, en su mayoría sin experiencia en el sector de la construcción, realizaban trabajos de baja calidad, lo que inevitablemente repercutía en la satisfacción de los clientes. Tras recibir varios pagos por parte de estos últimos, los investigados abandonaban las obras con cualquier excusa, dejando a los afectados con proyectos inacabados y graves perjuicios económicos. La falta de registro legal de la empresa y la ausencia de bienes a nombre del empresario hacían prácticamente imposible cualquier reclamación por parte de los clientes engañados.

La investigación policial también reveló un aspecto especialmente preocupante: la total falta de respeto por las normas básicas de seguridad laboral en las obras ejecutadas por esta empresa fantasma. Especialmente en los trabajos en altura, se obviaban todas las medidas de prevención de riesgos, poniendo en grave peligro la vida y la integridad física de los trabajadores, quienes, además, debían costearse de su propio bolsillo los materiales necesarios para llevar a cabo su labor.

Violencia e intimidación para silenciar a las víctimas

La investigación policial ha logrado identificar a un total de 33 personas que fueron víctimas de esta red de explotación laboral. Además, se han contabilizado al menos cinco clientes que sufrieron pérdidas económicas superiores a los 50.000 euros. Uno de los casos más graves detectados fue el derrumbe de una vivienda en construcción debido a la ausencia de pilares de sujeción, un hecho que puso en riesgo aún mayor la vida de los trabajadores.

Pero la crueldad de los investigados no se limitaba a la explotación económica y a la negligencia en materia de seguridad. El principal investigado llegaba incluso a aprovecharse de la extrema vulnerabilidad de los trabajadores para imponerles condiciones laborales aún más abusivas. En algunos casos, según se ha podido constatar, empleaba la violencia y la intimidación para evitar ser denunciado, generando un clima de miedo y silencio entre las víctimas.

En la fase final de la investigación, la Policía Nacional llevó a cabo el registro del domicilio del principal investigado, donde se encontraron numerosos elementos que vinculan a los detenidos con la actividad fraudulenta de la empresa. Se incautó material publicitario, documentos contables con deudas pendientes a los trabajadores, dinero en efectivo, facturas y presupuestos. Un hallazgo especialmente llamativo fue una placa emblema simulada de la Policía Nacional, lo que sugiere que los investigados podrían haber intentado infundir temor a los trabajadores, haciéndoles creer que contaban con contactos dentro del cuerpo policial, una afirmación que resultó ser completamente falsa.

La Policía Nacional continúa trabajando con el objetivo de erradicar este tipo de actividades delictivas que atentan contra los derechos de los trabajadores y la buena fe de los ciudadanos. Esta operación en San Martín del Tesorillo es un claro ejemplo del compromiso de las fuerzas de seguridad con la seguridad laboral y la protección de los derechos de todos.

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