César Pérez Pacheco
Descubre el increíble hallazgo del CSIC en la Garganta de Olduvai: herramientas de hueso de 1,5 millones de años, ¡un millón de años antes de lo que se pensaba!
La arqueología de los orígenes humanos acaba de vivir un momento ¡de película! Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ni más ni menos, ha dado con un conjunto de herramientas de hueso que datan de hace 1,5 millones de años. ¿Y por qué es esto tan importante? Pues porque hasta ahora, se pensaba que nuestros antepasados no se habían puesto serios con esto de las herramientas de hueso hasta un millón de años después. Imagínate, ¡un millón de años! Este descubrimiento, publicado en la prestigiosa revista Nature, nos obliga a repensar un poquito el timeline de la prehistoria.
La Garganta de Olduvai, taller prehistórico
El lugar del hallazgo no es casualidad: la Garganta de Olduvai en Tanzania, conocida como la cuna de la humanidad, es un sitio arqueológico de primera división. Aquí se han encontrado auténticos tesoros de nuestros orígenes. Ignacio de la Torre, investigador del CSIC y codirector de la excavación, lo explica así: «Este descubrimiento nos hace suponer que los primeros humanos ampliaron de manera significativa sus opciones tecnológicas». Antes, solo usaban piedras, pero con este avance, ¡el hueso entró en juego! De la Torre añade que esto demuestra un avance importante en la mente de aquellos homínidos, que fueron capaces de adaptar sus conocimientos de la piedra al hueso. ¡Imaginación al poder!
Herramientas: Más allá de la piedra, una nueva era tecnológica
Hasta este momento, la historia de nuestros ancestros en África oriental se contaba a través de la piedra. La cultura olduvayense, la más antigua, se basaba en herramientas de piedra muy simples, lascas cortantes. Luego, hace unos 1,7 millones de años, llegó la cultura achelense, con las famosas hachas de mano, mucho más elaboradas. Pero, ¡ojo al dato!, este nuevo hallazgo nos dice que la historia es más compleja. Resulta que, al mismo tiempo que la cultura achelense empezaba a despuntar, nuestros antepasados también estaban experimentando con el hueso.
Durante miles de años, los animales eran para los humanos un peligro, una competencia por la comida, o una fuente de proteínas. Pero, con este descubrimiento, vemos que también se convirtieron en ¡materia prima! «Nuestro descubrimiento indica que, a partir de inicios del Achelense, los animales no eran ya solo una fuente de peligro, de competición o de proteínas, sino también una fuente de materias primas con las que fabricar herramientas», explica De la Torre. ¡De la necesidad virtud!
Este estudio nos enseña que la transición entre la tecnología olduvayense y achelense fue mucho más rica de lo que pensábamos. Los homininos de África Oriental fueron unos auténticos innovadores, capaces de aplicar sus habilidades de la piedra al hueso. «Al producir herramientas óseas tecnológica y morfológicamente estandarizadas, los primeros talladores achelenses desarrollaron repertorios tecnológicos que antes se pensaba que habían aparecido de forma rutinaria más de 1 millón de años más tarde», indica De la Torre. Esta innovación tuvo un impacto enorme en la evolución humana, impulsando nuestras capacidades cognitivas, el desarrollo tecnológico y la forma en que conseguíamos recursos. ¡Un antes y un después!
Todo este trabajo de investigación es fruto del Proyecto Arqueológico en la Garganta de Olduvai (OGAP), dirigido por Ignacio de la Torre y Jackson Njau, con la colaboración de instituciones de todo el mundo y, muy importante, el apoyo de las comunidades masáis locales. El CSIC, a través del Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno (LAP), sigue apostando por la ciencia excelente y la cooperación internacional, formando además a la población local en estas apasionantes excavaciones. ¡La ciencia uniendo fuerzas!
Foto de cabecera: Herramienta de hueso tallada sobre un húmero de elefante de hace 1,5 millones de años./ CSIC.
